Un viaje en el tiempo

En el Paseo del Buen Pastor se encuentran exhibidas las muestras Marcas que no se borran”, de Ana Gómez Domínguez y Masi Gallery”, de Daniel Masi

Un viaje en el tiempo

Hasta el 11 de julio se podrá disfrutar dos obras artísticas exhibidas en el Paseo del Buen Pastor: Marcas que no se borran”, de Ana Gómez Domínguez y Masi Gallery”, de Daniel Masi. El espacio se encuentra abierto de lunes a domingos de 10 a 19, con entrada libre y gratuita.

Por un lado, la obra de Gómez Domínguez se trata de una instalación en la planta baja del lugar, que está integrada por distintos elementos que la componen, tales como: pinturas, objetos, fotografías, textos, entre otros. La propuesta es una invitación a reflexionar sobre el valor del Paseo del Buen Pastor, a través de su historia, como espacio público y como construcción de nuestra identidad colectiva.

La memoria crece sobre las huellas imborrables de lo vivido. Junto a una historia escrita, se encuentra una historia viva que se perpetúa o se renueva a través del tiempo y es allí donde la memoria rescata del pasado esta realidad habitada por múltiples sentidos”, explican desde la organización.

La artista rememora y reflexiona sobre la historia del lugar a través de un anécdota que le contaba su madre: Cuando inauguró el Paseo del Buen Pastor, mi madre me contaba que le daba cierta sensación escalofriante caminar por el lugar. Sobre todo, al pisar los mosaicos, la mayoría de ellos originales de la cárcel. Recordaba la época en que estudiaba en la Universidad Nacional y tenía que pasar por la vereda que da a la Av Hipólito Irigoyen y escuchaba que las presas le hablaban por las rejas de la ventana. A veces para pedirle un cigarrillo. Otras veces, solo querían conversar con alguien. Era plena dictadura militar y el miedo se sentía en el aire. ¿Qué pasa con las asociaciones subjetivas, los recuerdos, las vivencias que quedan en un espacio y en las personas que experimentaron ese espacio?”.

Por otra parte, en la sala de planta alta, estará la exposición de Daniel Masi. El autor define a su propuesta como una muestra colectiva, dividida en ocho segmentos, realizada completamente por él, quien se oficia de galerista de su propia producción.

La producción cuenta con imágenes que fueron desarrolladas en distintas etapas, retomando aquellas que van desde el inicio de la producción individual del autor en los ‘90, que vuelven a ser realizadas y profundizadas por el artista en la actualidad, para poder reflexionar sobre la temática de la producción artística individual.

Masi explicó que su muestra no pretende presentarse como novedad creativa en las artes plásticas”, sino que es una retrospectiva viva que aspira a ser un metalenguaje de la propia historia como artista”.

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