Artistas cancelan funciones en el Centro Trump Kennedy tras el cambio de nombre

El rebautismo del Centro Kennedy como Trump-Kennedy Center provoca cancelaciones de funciones y reaviva el debate sobre la influencia política en la cultura estadounidense.

Artistas cancelan funciones en el Centro Trump Kennedy tras el cambio de nombre

Ahora el Centro Kennedy se llama Trump-Kennedy Center

Una creciente tensión recorre el ámbito cultural estadounidense luego de que artistas y compañías comenzaran a cancelar presentaciones en el Centro Kennedy de Washington, en rechazo a su reciente rebautismo como Trump-Kennedy Center y a los cambios en la conducción de la institución.

La decisión más reciente fue adoptada por Doug Varone y Dancers, una influyente compañía de danza contemporánea de Nueva York con más de 40 años de trayectoria, que suspendió su temporada prevista para abril de 2026. La cancelación figura en el sitio oficial del centro y fue confirmada por la agrupación a medios estadounidenses como una acción de protesta directa por el cambio de nombre.

Desde febrero de 2025, más de una decena de artistas y formaciones musicales optaron por retirar sus espectáculos del calendario del Centro Kennedy, luego de que el presidente Donald Trump desplazara a las autoridades históricas del organismo y designara en su lugar a figuras alineadas con el Partido Republicano. Aunque la institución no emitió comunicados formales explicando las suspensiones, el malestar se fue expresando de manera pública y sostenida.

Entre las cancelaciones más simbólicas se cuenta la del reconocido grupo de jazz The Cookers, de California, que decidió no presentarse en la Nochebuena, una de las fechas centrales de la programación anual, dejando al histórico escenario sin actividad artística durante las celebraciones de fin de año.

El cambio de nombre fue confirmado oficialmente el 20 de diciembre y defendido por la Casa Blanca, que sostuvo que la medida responde a “la increíble labor que el presidente Trump ha realizado durante el último año para salvar el edificio”.

No obstante, el nombre del Centro Kennedy fue establecido por ley federal, por lo que una modificación de esta naturaleza requiere la aprobación del Congreso, donde actualmente el Partido Republicano cuenta con mayoría. La decisión generó críticas en sectores políticos y culturales, así como el rechazo público de miembros de la familia Kennedy, histórica dinastía vinculada al Partido Demócrata.

El episodio refleja, según observadores internacionales, el peso de la política sobre la cultura en Estados Unidos, y plantea interrogantes sobre cómo la intervención de un líder en instituciones históricas puede alterar no solo la programación artística, sino también la percepción pública del patrimonio cultural.

Trump, por su parte, afirmó sentirse “sorprendido” y “honrado” por el rebautismo, aunque desde el inicio de su mandato había ironizado en reiteradas ocasiones sobre la posibilidad de que el principal centro cultural de Estados Unidos llevara su apellido. Para buena parte del sector cultural, dentro y fuera del país, el debate ya no se centra únicamente en un nombre, sino en el lugar que ocupa el arte frente al poder político.

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