La banda de pop rock Indios, que se define por el juego «entre lo duro y lo blando», ha transformado el proceso creativo para su último álbum, Artificio. El guitarrista Nicolás de Sanctis revela sus motores de inspiración y el vínculo indisoluble de la banda con el escenario cordobés.
La historia de Indios se consolida en Rosario (2009), posicionándose rápidamente en la vanguardia del pop rock. Con su álbum debut homónimo (2013), el grupo logró la masividad y fue reconocido con el Premio Gardel a Mejor Álbum Artista Pop. Su segundo trabajo, Asfalto (2017), reafirmó esta identidad dual.
Es en este tránsito que el guitarrista Nicolás de Sanctis revela que la composición para “Indios” es un acto de diálogo cultural. El arte se nutre de la lectura voraz, donde conviven en su mesa la teoría musical. Por un lado, se encuentra leyendo un libro sobre Brian Eno, el aclamado productor musical. Por otro lado, se sumerge en la literatura argentina contemporánea, leyendo los cuentos de Samantha Schweblin del libro “El buen mal».
Esta inmersión literaria no es un pasatiempo aparte, sino una influencia directa y reconocida en su rol como compositor. El músico explica cómo la narrativa se infiltra en su trabajo: «Se te mete. Por algún lado siempre aparece. Me sirve para escribir letras».
El diálogo creativo de Indios se expande a géneros que son «otras cosas nada que ver» con el rock o el pop tradicionales. De Sanctis menciona la influencia de la música urbana, citando al rapero estadounidense Kendrick Lamar, cuyo último disco «me influenció un montón». También destaca al artista español Rusowski, afirmando que le «gusta mucho el último disco que hizo». Esta apertura estilística subraya la afirmación del vocalista Joaquín Vitola de que la banda siempre juega «entre el rock y el pop, entre lo duro y lo blando».
Artificio: la arquitectura de un nuevo comienzo
Esta riqueza de influencias converge en Artificio, el álbum de doce canciones publicado en mayo de este año que llega siete años después de su último trabajo de estudio.
El vocalista Joaquín Vitola explicó en detalle la elección del título y su significado profundo para esta nueva etapa: «si empezamos con el significado de la palabra, la etimología de artificio es el resultado de hacer arte y eso es esta nueva obra». Para capturar la esencia de la banda en vivo, el material fue grabado de manera orgánica. De Sanctis, por su parte, señala canciones como «Fuego contra fuego» y «Viernes a la noche» como puntos álgidos que marcan un «nuevo comienzo».
El álbum fue producido por Mateo Rodó y masterizado por Daniel Ovie. Además, Indios sumó un hito en su historia con la inclusión del sencillo adelanto «Loco» , producido por Nico Cotton. Este tema representa la primera colaboración oficial de Indios con otro artista, siendo el grupo invitado Conociendo Rusia. Cada canción del disco cuenta con su propio visualizer, dirigidos por Agustín Portela, buscando acompañar visualmente la propuesta estética.
Marilina, María Wolf y la voz femenina del presente
Una de las revelaciones más significativas en el panorama de influencias contemporáneas de Indios es el notorio énfasis en las artistas femeninas argentinas. De Sanctis comparte un entusiasmo especial por el material reciente de la escena nacional: «El disco nuevo de Marilina me parece espectacular. Me encanta». También destaca a Clara Cava y a la cordobesa Zoe, a quien se refiere como «una amiga».
El guitarrista no dudó en recomendar fervientemente a María Wolf, una artista nueva cuyo disco considera de gran valor. Su recomendación fue enfática al decir: «Te diría que es de mis discos favoritos de este año. Lo recomiendo mucho».
Quince años de historia y una ciudad que los vio crecer
Indios ha consolidado una trayectoria que los ha llevado a participar en diversos festivales nacionales, entre ellos Cosquín Rock y Quilmes Rock, compartiendo escenario con bandas como Babasónicos, Fito Páez y la británica Blur.
La identidad de Indios como banda dedicada por completo a la creación se sella con la singular anécdota de su relación con el festival cordobés Cosquín Rock. A pesar de haber participado en el festival durante muchos años , De Sanctis comenta que nunca asistió como espectador.
El guitarrista rememoró los inicios de la banda viviendo la «mística» de los primeros Cosquín Rock y recuerda la emoción de ser parte del evento en sus primeros años: «Me acuerdo de los primeros Cosquín Rock, de nosotros re pendejos, venir a tocar y no poder creerlo y quedarnos hasta muy tarde viendo todas las bandas, tomando fernet hasta cualquier hora. Y viviendo toda esa mística».
Este compromiso inquebrantable con el escenario y la composición, siempre como protagonista, demuestra por qué Artificio es, genuinamente, «el resultado de hacer arte».
El anticipo de su esperado show se vivió en un encuentro exclusivo que elevó la expectativa. El jueves pasado, Joaquín Vitola y Nicolás de Sanctis participaron en el evento Boiler «Rock and Wine» de la radio Cosquín Rock. La cita fue en Boiler Bar (Av. Marcelo T. de Alvear 1029), un espacio que se distingue por su propuesta de curaduría sonora —inspirada en los listening bars japoneses y la vibrante energía de los Boiler Rooms británicos— fusionando diseño, vino y café en pleno corazón de La Cañada.
El lugar se transformó en el escenario perfecto para un acercamiento íntimo permitiendo a los músicos conectar directamente con sus seguidores. La calidez del ambiente fue el marco ideal para que la devoción de los fans cordobeses se manifestara. En este entorno, donde la música y el diseño convergían, los líderes de Indios recibieron el caudaloso afecto de sus seguidores. Se detuvieron a posar para fotografías, compartieron diálogos y plasmaron su firma en objetos de culto, destacando una guitarra que se convirtió en un valioso autógrafo.
El cierre de esta evolución creativa, que tuvo un preestreno con sonido Dolby Atmos en Buenos Aires y cinco funciones sold out en Niceto Club, se materializará en Córdoba. Este jueves, Indios llevará la energía cruda de Artificio al Club Paraguay (Av. Marcelo T. de Alvear 651), sellando su indisoluble vínculo con el público que ha sido testigo y cómplice de su alquimia sonora.
