Lali: Siento la necesidad imperiosa de alzar la voz y lo hago con mucho orgullo

En un registro íntimo, la artista reflexiona sobre su identidad, su música y su voz en un momento donde lo personal y lo político se cruzan. El documental se estrena este jueves en Netflix.

Lali: Siento la necesidad imperiosa de alzar la voz y lo hago con mucho orgullo

"Lali: La que le gana el tiempo", estrena este jueves en Netflix.

Lali Espósito regresa a la pantalla con «LALI: la que le gana el tiempo», un documental que retrata el proceso íntimo, creativo y emocional que vivió durante los últimos tres años, un período de búsquedas, redefiniciones y preguntas sobre su identidad como artista y como mujer. La producción, dirigida por su primo Lautaro Espósito, estará disponible desde este jueves en Netflix.

El film sigue a la cantante y actriz argentina en el trayecto que desembocó en sus shows históricos en Vélez Sarsfield, que la convirtieron en la primera mujer en llenar ese estadio con recitales propios. A lo largo de una hora y 14 minutos, combina material inédito, archivos personales, testimonios cercanos y el detrás de escena de sus álbumes Lali (2023) y No vayas a atender cuando el demonio llama (2025).

En el adelanto, Lali expone con crudeza el dilema que atravesó en este período de introspección: “Crecí muy acostumbrada a lo público. Llega un momento en que ese personaje público te termina encerrando en una cosa que te creés que sos eso y nada más”. Ese proceso la llevó incluso a cuestionarse su camino artístico: “Necesitaba hacer algo para entender si realmente este es mi camino, porque, tal vez, no lo era”.

El adelanto del documental muestra cómo esa crisis mutó en impulso creativo: “Fue como barajar y dar de vuelta. ¿De qué quiero que hablen mis canciones? ¿Cuál quiero que sea mi sonido?”. Así se delineó una versión renovada de sí misma, más libre y consciente: “La Lali de hoy es esta música. Y no soy la misma. Pero sí soy la misma”.

La película incorpora además una lectura más amplia: no solo acompaña la reconstrucción personal de la cantante, sino que evidencia cómo, en su música —como en la de tantos artistas contemporáneos— se desborda un posicionamiento frente a la realidad del país y del mundo. En algunos casos, su mensaje irrumpe de forma consciente y deliberada; en otros surge de manera inconsciente, filtrado en las decisiones estéticas, en la narrativa emocional o en el modo en que se expone públicamente. Allí se abre un plano ético: el “deber ser” que atraviesa a las y los músicos, esa responsabilidad de transformar lo vivido en palabra pública, en gesto social o incluso político. El documental muestra cómo Lali intenta armonizar lo personal con lo colectivo: su necesidad de hablar no es solo una declaración artística, sino una intervención en el tiempo que le toca vivir.

Esa reinvención se reflejó en dos etapas claves: el éxito pop de Lali, con “Disciplina”, “N5” y “¿Quiénes son?”, y la impronta más rockera y política de No vayas a atender cuando el demonio llama, con colaboraciones de Miranda!, Dillom y Duki. Este último disco la consolidó con más shows en Vélez y nuevos premios Gardel.

El corazón del documental está marcado por su afirmación más potente, la que da sentido a esta nueva etapa:
“Siento la necesidad imperiosa de alzar la voz y lo hago con mucho orgullo. Yo soy una mujer argentina, soy artista, soy mi evolución, mi búsqueda, mi aprendizaje. Pero, definitivamente, no soy ni voy a ser lo que otros quieren que yo sea”.

Según Netflix, la película acompaña su regreso a los escenarios y revela cómo convirtió sus vivencias más íntimas en fuerza creativa y resiliencia, consolidándose como una de las voces más influyentes de su generación.

«LALI: la que le gana el tiempo» abre una ventana a un momento bisagra en la trayectoria de la artista, que hoy elige contarse desde su verdad, su libertad y su propia manera de volver.

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