Bajo la consigna “Con María le cantamos a la esperanza”, el corazón de la ciudad se prepara para vivir tres jornadas de música al aire libre que acompañan el clima previo a la Navidad. El ciclo propone un cruce entre artistas de fuerte arraigo popular y un espacio emblemático del centro histórico, con la idea de fortalecer el encuentro colectivo en el espacio público. Los conciertos comenzarán cada noche a las 19.
La apertura será el viernes con Ahyre, grupo que combina la raíz folklórica con nuevas sonoridades y un trabajo vocal que lo posicionó como una de las formaciones más destacadas de la escena actual. Ganadores de dos Gaviotas de Plata en Viña del Mar 2024 y con recientes consagraciones en festivales nacionales, el conjunto llega a Córdoba en un momento de plena proyección artística.
El sábado será el turno de Nahuel Pennisi, una de las voces más sensibles del folklore contemporáneo. El cantautor, recientemente distinguido con el Premio Konex de Platino como Solista de Folklore, ofrecerá un recorrido por sus canciones más conocidas en lo que se anticipa como uno de los momentos de mayor emotividad del ciclo.
El domingo la programación culminará con la Misa Criolla, con la participación de Jairo y Ariel Borda, en una propuesta que articula música y espiritualidad. Jairo, figura central de la canción popular argentina y considerado por Mercedes Sosa como “la mejor voz del país”, aportará su extensa trayectoria a un cierre de fuerte carga simbólica. Borda, músico, cantautor y director coral radicado en Córdoba, sumará su experiencia en el trabajo vocal y coral a una obra profundamente ligada a la identidad cultural argentina.
Más allá de lo artístico, las jornadas se inscriben en la conmemoración de los 30 años de la Obra de María, iniciativa impulsada por Radio María Argentina junto a la Asociación Hombre Nuevo. A lo largo de estas tres décadas, el proyecto desarrolló una sostenida labor social y pastoral en Córdoba y en distintas regiones del país.
En el tramo final del año, la propuesta se integra a una agenda cultural marcada por el balance y la expectativa. La música frente a la Catedral aparece así como un gesto colectivo de cierre, una pausa compartida antes de las celebraciones de fin de año, donde la ciudad se reúne para escuchar, cantar y despedir diciembre en un espacio común.