Zenón Pereyra: ‘Yo era un pibe con canciones’

Por Francesca Bottaro Castilla

Zenón Pereyra: 'Yo era un pibe con canciones'

Zenón Pereyra, la promesa del indie nacional, lanzó a mediados de 2021 su álbum debut “Clandestino”. Ya tiene dos fechas programadas en prestigiosos festivales: Cosquín Rock y Lollapalooza. Confesiones de un artista en pleno despegue

Existen comienzos con puntos de partida simples: una plaza y dos guitarras bastaron para que la carrera del artista Zenón Pereyra, procedente de Tandil, Buenos Aires, se logre propulsar con la velocidad que sólo las cosas hechas con pasión lo hacen.

Meses antes del 2020, y tras previo envío de “notas de voz con los temas ‘pelados’”, el artista se reunió en una plaza con Pablo Giménez, integrante de la banda El Zar: “Yo era un pibe con canciones que tocaba mucho en bares, y de golpe me empecé a dar cuenta que las canciones funcionaban y ahí fue cuando dije ‘Estas canciones funcionan para hacer algo bueno, hacer un buen trabajo’ y ahí fue cuando lo busqué a Pablo Giménez”, relata Pereyra.

Nueve son los tracks que conforman su primer álbum “Clandestino” – se puede escuchar en Spotify-, lanzado a mediados del 2021, uno de ellos, “Bossanova”, cuenta con la participación del reconocido grupo Ainda. Se trata de una compilación jugetona de diferentes estilos como el bossa nova, folk, soul, pop y baladas, maridados con letras magnéticas.

“Clandestino”, con más de 30 mil reproducciones mensuales en Spotify, hace referencia a una actividad, que por la pandemia, empezó a estar prohibida: el baile. “Todas las canciones del álbum mencionan el baile o nacieron bailando, son todas canciones escritas antes de la pandemia en una vida normal”, confiesa Pereyra y sostiene: “A la gente de mi edad nos pasan muchas cosas bailando, conocemos gente, salimos a reírnos con los amigos, conoces a una chica, te enamorás…quería hacer una mención especial a eso”. Con ese sentimiento coartado por protocolos sanitarios, el artista recuerda que los livings o cocinas de las casas comenzaron a ser pistas de baile: “El sentimiento de bailar estaba prohibido y sólo sucedía en la clandestinidad”.

La foto de portada del álbum recrea ese fin de fiesta: Pereyra de traje, flotando en una pileta con agua color turquesa, rodeado de botellas vacías de cerveza y una taza de café en su pecho.

El artista, como le gusta definirse: “Hace poco me empecé a definir como músico, igual me gusta decir más artista”, se codeó con el mundo de las melodías desde pequeño, su mamá era directora de un instituto del inglés en Tandil, en donde se desarrollaba una comedia musical: “En casa siempre a fin de año había ensayos y toda esa música se empezó a colar por mis orejas. Y ahí me empezó a gustar, después comencé a actuar y en sexto grado mi mamá me dijo de hacer clases de guitarra, hice un par de clases y arranqué a tocar”, cuenta.

No fue hasta los 15 años que Zenón Pereyra entendió que su música tenía “algo”. A esa edad, y en un asado entre amigos, su hermano dijo, con un dejo de picardía, la frase mágica con la cual la rueda de éxitos en la carrera del artista comenzaría a girar “Ojo que él es cantautor”. Casualmente, o no, la banda Halconizados de Amor formaba parte de ese encuentro y luego de escuchar algunas de sus canciones le propuso crear un tema en conjunto “¿No tenés alguna canción que podamos hacerla cumbia?”, interrogaron. “Yo bailaré” – desde comienzos el baile es un tema recurrente en la vida del artista – se convirtió en el primer aporte que Pereyra realizó como músico con la banda anteriormente mencionada, fue lanzado en el 2017 y recoletó más de 7 millones de visitas en la plataforma YouTube.

“Hace poco me empecé a definir como músico, igual me gusta decir más artista”,

Zenón confiesa que el 2021 fue un gran año para él, “hace muchos meses que no llegan las malas”, y sus dos próximas fechas en festivales de gran prestigio, como lo son el Cosquín Rock y el Lollapalooza, respaldan esa declaración. “Mi cuerpo no sintió la magnitud del ‘Lolla’ hasta que vi el flyer”, manifiesta.

Inspirado en Jorge Drexler por su manera de “destacar lo lindo de lo simple”, el artista busca con sus canciones “mostrar los extraordinario, sacarle el polvo a eso que ves todos los días”.

El pibe que persigue sus sueños, así es como se auto percibe y le agrega el plus de “jugetón”, se encuentra en la creación de su segundo disco, sin fecha de estreno aún: “Ya está la mitad grabado, pero no me quiero apurar, quiero seguir disfrutando lo que está sucediendo ahora”, adelanta.

Zenón Pereyra, la promesa del indie en pleno despegue, crea canciones que generan movimiento, “Y quiere bailar Bossanova, si me equivoco me perdona, en la distancia no controla, creo que eso me enamora”, repite el estribillo de su track más pegadizo.

“¿Qué haríamos de noche sin la música, qué haríamos en el auto?”, se pregunta Zenón Pereyra, y en la sinceridad de su interrogante se atisba el paradigma de la importancia de una vida atravesada por el arte. El artista dice la verdad en sus canciones, no inventa, “si me fumo un cigarrillo, eso va decir la canción”, refleja situaciones que vivió en carne propia, pone sobre la mesa sentimientos generalizados, como lo son el desamor y el amor, y redobla la apuesta de la simpleza cuando combina la ternura y el profesionalismo en aquello que “hace nuestra vida más feliz”: la música.

 

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