Aunque durante años el cuidado facial estuvo asociado principalmente a lo femenino, hoy la tendencia cambió, y cada vez más hombres reconocen la importancia de una rutina diaria. Según la Asociación Española de Cosmetólogos y Cosmiatras, en 1990 apenas el 4 % de los hombres utilizaba productos de skincare; hoy, esa cifra asciende al 50 %, incorporando no solo cuidados faciales, sino también capilares, corporales y de protección solar.
Más del 26 % de los hombres tiene piel grasa o muy grasa y, en general, suelen presentar pieles con tendencia grasa o mixta como producto de la actividad hormonal (principalmente la testosterona) derivando en granos y puntos negros. Entonces, se cree erróneamente que al tener este tipo de piel no es adecuado usar cremas hidratantes por miedo a una textura pegajosa o un acabado brillante en el rostro por lo que este paso clave en la rutina suele quedar fuera.
Pero, al contrario de lo que se sostiene, una crema hidratante formulada para piel grasa o con tendencia al acné aumenta el contenido de agua en la piel, ayudando a reducir la producción de sebo. Además, la hidratación es fundamental para mantener una barrera cutánea saludable y equilibrada. Esto refuerza la importancia de crear una rutina de cuidado facial simple y adaptada a cada tipo de piel para lograr resultados visibles.
Entonces, en la búsqueda de crear rutinas realizables sostenibles en el tiempo, se recomienda priorizar la simpleza y efectividad.
Tres pasos para una piel sana e hidratada
1. Limpieza
Usá un gel limpiador para eliminar impurezas, exceso de sebo y restos de contaminación, previniendo la obstrucción de poros y la aparición de granos.
2. Tratamiento
Aplicá un sérum o gel con ingredientes como ácido salicílico, niacinamida o zinc, que ayudan a controlar el acné, reducir la inflamación y mejorar la textura de la piel. Es el paso que actúa directamente sobre los problemas específicos.
3. Hidratación
Elegí una crema o loción “oil free”, de rápida absorción y con acabado mate. Las fórmulas ligeras con ácido hialurónico o aloe vera mantienen la hidratación sin engrasar, fortalecen la barrera cutánea y equilibran la producción de sebo.
Construir una rutina de skincare se vuelve clave, ya que ayuda a equilibrar la oleosidad, mantener los poros limpios, y fortalecer la barrera natural de la piel. Cada paso (desde la limpieza hasta la hidratación) cumple un rol específico y, combinados, actúan de manera más efectiva, mejorando visiblemente el aspecto de la piel.