El dulce de leche es el tesoro más dulce de la gastronomía argentina, un manjar que conquista paladares en todo el mundo. Aunque se puede comprar en cualquier tienda, nada supera el sabor y la textura de un dulce de leche casero, hecho con paciencia y amor.
A continuación, te mostramos cómo preparar este delicioso dulce en casa, con una receta sencilla y algunos consejos para lograr la perfección.
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 300 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 vaina de vainilla (opcional)
- 1 pizca de sal
Preparación
- Preparar los Ingredientes: En una cacerola grande, combina la leche, el azúcar y una pizca de sal. Si decides usar la vaina de vainilla, córtala por la mitad a lo largo y raspa las semillas en la mezcla.
- Calentar la Mezcla: Lleva la cacerola a fuego medio, removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva completamente. Es importante no dejar que la mezcla hierva vigorosamente en esta etapa.
- Añadir el Bicarbonato: Cuando el azúcar esté completamente disuelto, añade el bicarbonato de sodio. Esto ayudará a evitar que la leche se corte y dará al dulce de leche su textura cremosa característica.
- Cocción Lenta: Reduce el fuego a bajo y continúa cocinando la mezcla, removiendo con frecuencia. Este proceso puede llevar entre 1 y 2 horas, dependiendo de la intensidad del fuego y del tamaño de la cacerola. La mezcla comenzará a espesar y adquirir un color dorado.
- Verificar la Consistencia: La consistencia del dulce de leche está lista cuando, al pasar una cuchara por el fondo de la cacerola, se forma una línea que no se junta inmediatamente. Si la mezcla está demasiado líquida, continúa cocinando y removiendo hasta alcanzar la textura deseada.
- Enfriar y Almacenar: Retira la cacerola del fuego y deja enfriar el dulce de leche a temperatura ambiente. Una vez frío, transfiérelo a un frasco de vidrio limpio y ciérralo herméticamente. Se puede conservar en el refrigerador hasta por dos semanas.
Un consejo para obtener un dulce de leche con una textura perfecta es mantener una cocción lenta y constante, removiendo frecuentemente para evitar que se formen grumos y asegura una textura suave.
Es importante también asegurarse de utilizar una cacerola de fondo grueso para distribuir el calor de manera uniforme.