Hace más de un año que la disputa entre Paulo Londra y su ex sello discográfico Big Ligas, integrado por el puertorriqueño Cristian Salazar (Kristoman) y el colombiano Daniel Oviedo (Ovy On The Drums) mantiene conmocionado al mundo de la música, por los impedimentos legales que le imposibilitan al trapero seguir adelante con su carrera.
A los reclamos de Soledad Pastorutti y Abel Pintos, entre otros artistas, para que el cordobés pueda volver a lanzar canciones, en las últimas horas se sumó la banca de Oscar Mediavilla, uno de los productores discográficos referentes del país.
«Habría que analizar por un abogado si un contrato puede evitarle que él trabaje… aunque tampoco uno puede deshacerse de un contrato porque se le ocurra. Hay que sentarse y arreglarlo, pero en este caso es una locura”, comenzó diciendo en diálogo con el ciclo Es por ahí (América TV).
Luego, expresó que «son pibes de 22 años que tiene muchas ilusiones y los agarran un par de macabros que les hacen firmar cualquier cosa. A esa altura uno cree que toda la gente es buena y amiga».
Además, aseguró que «hay contratos que son tremendos” y la mayoría de los que hacen esto te prometen cosas que después no son y a veces los éxitos salen sin que las compañías hagan nada». Y continuó: «Dios quiera que él tenga las posibilidades de reorganizar su carrera porque es un gran artista y a mí me da muchísima pena».
Según el productor, en la industria hay mucho chanta” que se aprovecha de los nuevos talentos. Por eso, le recomendó a los más jóvenes que están dando sus primeros pasos en la música que hay que llamar a un profesional que sepa de esto y no un primo que haga Civil y Comercial”.
Las compañías multinacionales generalmente firman contratos duros. Pero no tan duros como estos de los sellos independientes… El negocio va mutando todo el tiempo», cerró.