Este domingo se celebró la 73° edición de los Premios Emmy, los más importantes de la industria televisiva estadounidense. Por los protocolos pandemicos, la ceremonia se llevó a cabo al aire libre y con aforo limitado en la ciudad de Los Ángeles. Allí, una de las grandes galardonadas fue Gillian Anderson, que se quedó con el premio a Mejor actriz de reparto.
La actriz británica-estadounidense se quedó con el premio tras interpretar a Margaret Thatcher en la serie The Crown, de la plataforma Netflix.
Desde Londres, la actriz de 53 años agradeció y le dedicó el segundo Emmy de su carrera «a la única persona» que ha creído en ella durante todos estos años: su representante, Connie Freiberg. «Creyó en mí cuando nadie más lo hacía. Creyó en mi talento cuando yo ni siquiera creía tenerlo. Siempre me aconsejó para que tomara el camino correcto. Fue una de las mejores amigas que he tenido en mi vida y llevó el mismo vestido durante cinco años consecutivos a todas las galas de premios a las que iba conmigo», dijo.
Así, la actriz que acaba de estrenar la tercera temporada de Sex Education, evitó nombrar a su reciente ex pareja, Peter Morgan, quien justamente es el director de The Crown.
Una de las situaciones que más llamó la atención en la gala fue que, a pesar de estar en el mismo lugar y de estar nominados por la misma serie, ninguno de los dos se refirió al otro durante sus respectivos discursos de aceptación.
Tras ello, los fans de la serie encendieron sus alarmas, ya que tanto la actriz como el director, más allá de su relación amorosa, trabajaron directamente en el armado del guión y la producción de la cuarta temporada del producto fílmico que retrata la vida de Isabel II, la reina de Inglaterra.