El 28 de septiembre de 2010, el mundo del espectáculo quedó conmocionado tras la muerte de Romina Yan, la actriz que nació fruto de la relación que mantuvieron Cris Morena y Gustavo Yankelevich. Este domingo, la exitosa productora reflexionó sobre cómo fue vivir sin su hija y cómo logró vivir con ese dolor y poder salir adelante. En una distendida charla íntima con Jey Mammon en La Peña de Morfi (Telefe), Cris contó: “Cuando pasó lo de Romina fue un antes y un después total de todo”.
“Ahí empecé a escribir como una bestia. Es lo único que a mí me levanta cuando estoy cayendo o me levanta cuando estoy levantada. Yo escribo mucho y me encanta escribir canciones. De verdad, lo que me quedó del conservatorio de piano fue la armonía y de composición porque estudias todas las claves de SOL-FA… (las notas musicales)”. La actriz y conductora que durante cinco años brilló en la conducción de Jugate Conmigo en la pantalla de Telefe lamentó haberse olvidado todo de la enseñanza que había logrado en el piano y reconoció: “Nunca más toqué y es una pena enorme. Lo tengo en mi casa y no lo tocó, aunque mi nieto Franco viene y lo usa. En algún momento lo volveré a usar”.
En medio de un dolor, Cris Morena reconoció que a partir de la muerte de su hija entró en una etapa creativa insuperable. “Ahí escribí todas las canciones del homenaje ViveRo que fue en 2019″, recordó. “Hay mucha gente que se pregunta, ¿cómo hace?”, quiso saber el conductor con respecto al haber superado el dolor más grande su vida. “Como hice no sé… como sobreviví no sé… porque estuve tres años muerta-del 2010 al 2013-, más a allá de escribir y escribir estuve muy mal”, respondió la invitada. Luego, Cris contó el momento en que pudo levantarse y seguir viviendo. “Había nacido Inti, mi nieto más chico e hicimos un viaje con Sofía (Reca)- mujer de Tomás, hermano de Romina Yan- a Berlín y a Praga”, comenzó contando. “En Berlín tuve una epifanía. Tenía la sensación de que todo cambiaba y empezaba a entender el ‘para qué’ porque el ‘por qué’ no te dice nada y no tiene una respuesta, en cambio el ‘para qué’ tiene muchas respuestas y las vas conociendo a lo largo del tiempo”, continuó.
En ese viaje, la empresaria vio una ciudad que “vivió mucho dolor”. “Es una de las ciudades más creativas del mundo en este momento, llena de jóvenes que están diciendo ‘perdónennos’. Y dije: ‘Si Berlín con todo su dolor, su angustia y todos sus muertos, y su horror espantoso se levantó, yo me tengo que levantar’. Lo hago por mis nietos, por mis hijos y porque amo la vida porque merezco seguir viviendo”, concluyó.