Fernando Ruiz Díaz habló sobre el presente de Catupecu Machu, en una entrevista con Teleshow. Allí, también recordó a Gabriel, su hermano fallecido. El cantante no habló de “vuelta” ni de “regreso”, sino de “reencarnación” , al referirse al Catupecu 2022, formado por él, con Abril Sosa -baterista del icónico Cuentos Decapitados, editado en el año 2000-, Julián Gondell y Charlie Noguera, compañeros de Ruiz Díaz en Vanthra.
En noviembre calentarán motores con dos shows en Chile (el 4 en Santiago y el 6 en Concepción), pero la gran cita será el viernes 9 de diciembre en Obras Sanitarias, lugar clave en la historia del grupo.
“Si me decís ‘Obras’, se me viene a la cabeza cuando Gabriel se encerró en el departamento que tenía un amigo, cerca de Plaza Italia, a media cuadra del boliche que ahora es Groove. Se fue ahí con un libro así de alto, que es como la Biblia de la composición clásica. Estuvo como dos, tres semanas, pero encerrado literal. Le llevábamos comida y el tipo estaba estudiando… Ahí diseñó y compuso las cuerdas que estuvieron en ese primer Obras que hicimos, en el 2001. Fue muy lindo cuando fuimos con Abril a ensayar y nos juntamos con todos: estaban Javier Weintraub, Alejandro Terán y varios más, increíbles. Gaby repartió las partituras, sacó la varita mágica, como decía yo, y se puso a dirigir la orquesta. Cuando escuchamos los arreglos que había hecho, no lo podíamos creer. Me acuerdo de Gaby, mucho, porque recordar a Catupecu siempre es recordar a Gaby, más en este momento”, dijo Fer.
“Si me decían: ‘¿Por qué no juntas a Catupecu?’, yo contestaba: ‘¿Por qué me dejan de romper las bolas? Yo estoy bien así’. No quería y no tenía ninguna intención de juntarnos. Casi al año de la partida de Gaby del plano corpóreo, me proponen hacerlo en el Quilmes Rock y me tocó el corazón, porque nosotros tocamos en el primero que se hizo y creo que fuimos una especie de emblema del festival. De entrada dije que no, pero después respondí que me lo dejen pensar. Y al otro día, dije: ‘Bueno, vamos a hacerlo, pero va a ser el homenaje a Gabriel Ruiz Díaz. No es que vuelve Catupecu, es todo lo contrario’. Quizás se cumplió esa frase que escribí en ‘Viaje del miedo’: ‘Abro la puerta al cerrar’”, reconstruyó el compositor.
Sobre su relación con Abril Sosa, contó: «En realidad nos amamos siempre. Un día, en la época en que Zeta Bosio era bajista de Catupecu después del accidente de Gaby, le pregunté: “¿Vos estás peleado con Gustavo (Cerati)?”. “No. No estoy peleado, por ahí estoy un poco distanciado de mi hermano”, me dijo Zeta y eso me quedó grabado. Todo lo que compartimos nosotros fue una vida, porque Abril es amigo mío y de Gaby dos años antes de tener 14, que fue cuando entró a Catupecu. Somos hermanos y a veces en los hermanos pasa eso. Después de nuestra separación, jamás pensamos que volveríamos a tocar. Muchas veces me dijo: “Che, estaría bueno que hagamos un grupo juntos”. Y yo le decía: “La teníamos, se llamaba Catupecu Machu”, dijo entre risas.
Luego, agregó: «Hay gente que dice que si vos escribís el guion de esta peli, te lo rechazan porque no puede ser. Es un regreso que no tiene que ver con nada. Cuando volvieron los Fabulosos Cadillacs, o Soda Stereo, o los Ratones Paranoicos, todas bandas que yo amo y admiro, por ahí se juntaron y de repente dijeron: “Bueno, hacemos esta vuelta” y se juntan con una empresa… Hay todo un presupuesto. Nosotros volvimos, ¿entendés? Y yo tenía unas ganas de Obras, porque Juli y Charlie nunca tocaron ahí. Y Abril y yo tocamos juntos en el primero que hicimos. Después yo toqué un montón de veces más: en la presentación de Cuadros dentro de cuadros, en la de El número imperfecto, de invitado con otros artistas…. Es muy loco volver al “Templo del Rock” así. Y por eso digo que este Catupecu no es que vuelve: reencarnó. Para reencarnar, el cuerpo muere y queda el alma. Yo creo en la reencarnación porque la vivo. Porque si no hay cosas que no se explican. Como yo no estudié guitarra, ¿de dónde salen las cosas? Bajan y digo: “¿Esto de dónde salió?”.