Josh Hartnett, de 43 años, finalmente reveló las razones por las que decidió darle la espalda a Hollywood durante el apogeo de su carrera.
El protagonista de “Pearl Harbor” fue todo un galán en Hollywood a mediados de la década de 2000, e incluso se lo comparaba con Leonardo DiCaprio gracias a sus actuaciones estelares en grandes éxitos de taquilla como “Las vírgenes suicidas” y “La Caída del Halcón Negro”.
Ahora, el actor confesó que le dio la espalda a Hollywood para protegerse: “Fue lo mejor para mi salud mental y mi carrera mantener a raya a Hollywood”, dijo.
“Afortunadamente, creo que lo acerté al principio de mi vida: se trata de crear una buena vida hogareña y poder hacer cosas increíbles y maravillosas, como hacer películas, lo cual es un privilegio”, explicó luego el actor estadounidense.
Hartnett, que fue pareja de Scarlett Johansson y Amanda Seyfried, vive alejado de la frivolidad de Los Ángeles y, desde hace varios años, reside en Surrey, Reino Unido, con su pareja, la modelo Tamsin Egerton, con quien tiene tres hijos.
Aunque dijo está feliz de haber tomado la decisión de alejarse de las películas de Hollywood de gran presupuesto, hay un personaje que todavía está en su cabeza. En 2004, a Hartnett le ofrecieron un papel protagónico en la galardonada película “Brokeback Mountain”. De haber aceptado la oferta, Josh la habría protagonizado junto a Jake Gyllenhaal, pero después de rechazar el papel, el fallecido actor australiano Heath Ledger ocupó su lugar, y fue la película que lo catapultó a la fama mundial.
“Desafortunadamente, iba a hacer ‘Brokeback Mountain’, pero tenía un contrato para hacer ‘Black Dahlia’ así que tuve que dejarla”, lamentó.
“Definitivamente he dicho que no a algunas de las personas equivocadas”, dijo luego. “Dije que no porque estaba cansado y quería pasar más tiempo con mis amigos y mi familia. Eso está mal visto en esta industria. A la gente no le gusta que le digan que no. Aprendí mi lección cuando Christopher Nolan y yo hablamos sobre Batman. Decidí que no era para mí y luego no quiso contratarme para ‘The Prestige’”.
Y culminó: “Me veían como alguien que había mordido la mano que le daba de comer. Intenté encontrar películas más pequeñas y, en el proceso, rompí lazos con los estudios”.