Ricky Maravilla recordó su infancia y las carencias que vivió el sábado por la noche, en PH: Podemos Hablar (Telefe): “Nací en Salta Capital pero mis padres son de los Valles Calchaquíes. Y tuvimos la desgracia de perder a papá cuando yo tenía dos años de edad, no lo conocí prácticamente”, comenzó a relatar.
Ricky contó cómo era la situación en su casa: “La veía trabajar muchísimo a mamá. Era empleada doméstica. Ella no quería que lo diga así pero yo lo digo con mucho orgullo. Luchó tenazmente y recuerdo que cuando tenía cuatro o cinco años le pregunté por qué trabajaba tanto, porque además de su trabajo en casa de familia también lavaba ropa. Y me dijo: ‘Somos pobres y necesitamos la plata para poder comer’”.
En ese momento, el niño que era hizo una conmovedora promesa: “Le dije: ‘Yo no quiero ser pobre. Le prometo estudiar y comprarle una casa, un auto y no seremos millonarios, pero tampoco vamos a ser pobres”. Y recordó: “Me abrazó llorando”. Andy Kusnetzoff le preguntó si había podido cumplir con eso y en ese momento, Ricky no pudo contener las lágrimas: “Le compré la casa a mamá y cuando me entregaron la llave… perdón… me abrazó y me dijo: ‘Hijo, no somos millonarios pero no somos pobres’”.
“Por eso yo seguí estudiando y cuando tengo una cámara cerca siempre aprovecho para decirle a los chicos que estudien, que no larguen los libros… yo ingresé a la universidad para ser ingeniero, era mi sueño, y para costearme los estudios formé una banda. Y una noche en una confitería, me escucharon cantar y me ofrecieron grabar un disco. No era mi idea, me sorprendió, pero acepté”, cerró.