Al igual que lo que sucede en la dramaturgia, las personas sufren cambios de dirección que las trasladan hacia nuevos lugares. Lo que la teoría literaria denomina tropo. Nazarena Vélez comenzó trabajando en publicidad, a los 14 años. Le dijeron que había quedado para una grabación. En el anuncio, le exigieron que baje tres kilos en tres días para poder filmarla. Un gran cambio. Cuenta que desde ese momento comenzó con el consumo de diuréticos y laxantes.
Posteriormente, a eso se le sumó una adicción a las anfetaminas, una enfermedad de la que ella siente que no se habla lo suficiente. Las exigencias de un medio obsesionado con los cuerpos y la hegemonía estética la introdujeron a ese calvario. “Cuánto más flaca estaba, más trabajaba”, se sinceró en 2021, en el programa de televisión “Seres libres», conducido por Gastón Pauls. Sobre su persona, se define como alguien que va para adelante: “Soy una luchadora”.
Fue madre de Barbie, su primera hija, a los 19 años. Hoy es madre de tres hijos: Barbie (29), Gonzalo (23) y Thiago (13). Nazarena es la tercera de seis hermanas. Menciona la importancia que tiene la familia para ella. En 2010 sufrió la pérdida de su hermana menor en un accidente automovilístico. “Es doloroso, ya pasó mucho tiempo pero sigo teniendo el alma rota”. Sin embargo, ello no le impide trabajar y mantener un estilo de vida hiperactivo. “Uno tiene que entender, en el medio de tanto dolor, la capacidad de poder ver lo bueno”, destaca efusivamente.
Las disciplinas tienen su propio lenguaje y las artes escénicas no son una excepción. El teatro requiere un juego interno. Un cambio constante. La adecuación de una persona para la transformación en un personaje que, ante la inmediatez del vivo, no puede cometer errores. Actualmente, Nazarena forma parte de ese juego. Dos caras en simultáneo.
Actriz en la comedia “Dos locas de remate”, junto a Gladys Florimonte, su primera compañera en Carlos Paz, y en el rol de productora de la obra “Ya lo sabía”. “Trabajar nunca fue un escape para olvidarme de mis problemas”, dice. “Yo trabajo por una cuestión de necesidad, de ser autosuficiente, y encima tengo la suerte de laburar de lo que a mí me gusta”.
HDC: ¿Qué relevancia social tiene el humor, cuando la gente necesita despejarse?
Nazarena Vélez (NV): Yo creo que es muy importante para el que le gusta el teatro o el que fue alguna vez al teatro, que le hagan olvidar de sus problemas durante una hora y media. Yo cuando veo que la gente se para y se ríe todo el tiempo durante la función, te juro que se me ríe el corazón a mí, porque digo qué bueno poder hacer esto y que esa gente que nos viene a ver pueda realmente divertirse y pasarla bien.
HDC: ¿Te resultan igual de importante los premios o el reconocimiento de la crítica especializada que el del público?
NV: Siempre es lindo el reconocimiento en cualquier trabajo. El que te dice que no, te está mintiendo. Ahora, si vos me decís si yo prefiero el reconocimiento de la gente, o ganarme un premio, yo prefiero tener la sala llena y que la gente aplauda de pie a llevarme un premio y que no venga ni vieja. Son lindas las buenas críticas y que te digan que estás haciendo una buena obra. Pero lo otro es mucho mejor. Uno actúa para la gente, no actúa para los premios.
HDC: Con Gladys Florimonte ya has trabajado. ¿Te sentís más cómoda cuándo subís a escena con alguien que ya conocés?
NV: Sí, con Gladys hice mi primera comedia acá en Carlos Paz, cuando tenía 18 años. Y mi primera compañera de teatro fue ella, junto con Pablo Alarcón y Florencia Peña. Siempre el trabajo es más fácil cuando al lado tenés a una amiga, una persona que querés y sabés cómo labura. El que sea. Gladys, mi compañera, hizo que yo acepte la propuesta de “Dos locas de remate”.
HDC: Desde aquella vez que compartiste escenario con Gladys, ¿qué cambios notás en las producciones que se hacen en Carlos Paz?
NV: Hay muchísimos cambios, más que en el teatro, en la sociedad en general. Antes se hacían cosas que hoy no están permitidas y que serían completamente cancelables. Eso también es crecer, es evolucionar. Y a mí me encanta, me encanta, pero hay millones de cambios. Para darte un ejemplo, el humor es completamente distinto. O sea, no se hace humor con lo que antes se hacía.
HDC: La televisión, otro rubro donde trabajás, ¿es un medio hostil?
NV: Cero. Por supuesto que es un medio difícil, como todos los medios, y es un medio donde estás expuesto y donde se transmiten también muchas cosas que no te gustan. Yo amo la televisión. Me parece la compañía ideal de la gente que está sola.
HDC: ¿Tuviste alguna vez enemigos dentro del medio?
NV: No, no, si a mí hay algo que me molesta, me alejo. Si a mí hay algo que me molesta contesto. Yo soy una mina con mucho carácter.
HDC: Alguna vez dijiste que la vida es mierda y es hermosa a la vez. ¿Por qué?
NV: Sí, porque tiene condimentos de los dos lados. Un día te levantás y se te muere una hermana, sin ningún tipo de motivo. Pasan catástrofes. Gente que pierde su casa. Y también es hermosa. Porque tengo la posibilidad de tener tres hijos hermosos, ser abuela y tener una familia que me quiera. La vida siempre te da otra oportunidad. Tenés dos opciones, ver todo lo que perdiste, o aferrarte a lo que te queda.
HDC: ¿Alguna vez tuviste un fracaso en el que pensaste bajar los brazos y dedicarte a otra cosa?
NV: En 35 años de carrera he tenido muchos fracasos y por distintos motivos. Yo me guío por una frase que tengo tatuada: “No es fracaso, es experiencia”. Por ahí tenía que experimentar esas situaciones para darme cuenta de que ese no era el camino. La vida es prueba y error. A mí lo que me funcionó después de todas las cosas que me pasaron, fue convertirme en mi mejor amiga. Empezar a hablarme como mi mejor amiga me ayudó a salir de situaciones que, si querés, ponele el rótulo de fracaso, pero para mí son siempre experiencias.
De miércoles a domingos, a las 22:30, Nazarena Vélez se presenta en el Teatro Candilejas (pje. Nini Marshall 75) en la obra “Dos locas de remate”. En tanto que “Ya lo sabía” puede verse los lunes y martes, a las 22:30, en el mismo teatro. Las entradas se consiguen en Plateanet.