La imperiosa necesidad de comunicar Valle Escondido con la Recta Martinolli

Cada vez son más los vehículos que colapsan la zona del Kempes, el nudo de La Mujer Urbana y Villa Belgrano fundamentalmente para llevar y retirar estudiantes de los colegios de la Recta. Es una obra que Juan Schiaretti intentó realizar en 2015 y se topó con resistencia vecinal.

El nudo vial de La Mujer Urbana colapsa en varios momentos todos los días.

El nudo vial de La Mujer Urbana colapsa en varios momentos todos los días.

La escena se repite diariamente al menos en tres momentos del día: entre las 7 y las 9 de la mañana, entre las 12 y las 14, y entre las 17 y las 19. Cientos de vehículos colapsan la zona noroeste de la ciudad.

Son parte del paisaje las colas de autos sobre Av. Circunvalación para bajar hacia la zona del Estadio Mario Kempes y de allí encarar hacia Villa Belgrano, un barrio de calles angostas que se ha convertido en la ruta de acceso hacia los colegios que se encuentran sobre la Recta Martinolli y zonas aledañas, como el La Salle, el Colegio Alemán o el Del Carmen, entre otros.

El colapso vehicular afecta en esos horarios a todas las avenidas que confluyen en la rotonda de La Mujer Urbana, especialmente la salida desde la Av. de Circunvalación.

Un fenómeno particular lo representan aquellos automóviles que inician ese recorrido desde Valle Escondido ya que de alguna manera deben salir hacia la zona del Estadio para desde allí, dirigirse al noroeste. Trayectos que deberían demandar entre 10 y 15 minutos se han convertido en caravanas que consumen entre 30 y 45 minutos.

Por la zona de Villa Belgrano circulan miles de vehículos diariamente desde Valle Escondido a la zona de Recta Martinolli.

La contaminación que provoca

Más allá de la pérdida de tiempo que significa para todas las familias afectadas por esta situación, desde el punto ambiental representa un grave daño para la calidad del aire en ese sector de la ciudad y la salud de quienes lo habitan. Son miles los vehículos que diariamente están en funcionamiento al menos una hora más respecto a lo que sucedería si existiera una vía de acceso que comunique de manera fluida las zonas de Valle Escondido con la de la Recta Martinolli, además cada km recorrido por un vehículo representa entre 150 g y 200 g de CO2 liberado en nuestro aire. Estos trayectos más extensos, por falta de vías más directas, significan entonces toneladas de contaminación para nuestra ciudad.

Quienes se oponen a la realización de esta obra vial, lo hacen fundamentalmente desde el argumento de la necesidad de protección de la reserva natural del Parque San Martín. Debería ser entonces una tarea en la que intervengan especialistas en desarrollo urbano sustentable, junto a funcionarios municipales, biólogos e ingenieros para generar una comunicación vial que solucione el problema del caos vehicular en el sector produciendo el menor daño posible en la reserva, la cual hoy se ve afectada por los miles de vehículos que recorren su entorno liberando toneladas de CO2 a su alrededor.

El anuncio de construcción del puente entre Valle Escondido y la Recta Martinolli de 2015.

El sueño de Schiaretti

Durante la campaña para la gobernación del año 2015 en la cual el oficialismo provincial presentó la fórmula Schiaretti – Llaryora, que resultó ganadora de la elección, el exgobernador prometió mejorar la conectividad vial de la ciudad de Córdoba con la construcción o ampliación de cinco puentes: uno sobre el Río Suquía a la altura de La Cañada, el puente-vado Yapeyú, la ampliación del Puente Los Carolinos, la apertura del Puente Letizia para acceso a la Circunvalación desde la nueva Terminal de Ómnibus y el puente-conexión entre Valle Escondido y la Recta Martinolli.

Las primeras cuatro obras prometidas en aquel entonces fueron realizadas y hoy benefician a miles de vecinos de la ciudad y también a quienes nos visitan. El último de ellos no pudo ser construido ya que, según admiten tanto desde la municipalidad como desde la Provincia y Caminos de las Sierras, la resistencia de algunos grupos ecologistas logró detener el proyecto.

Han pasado 10 años y la población en la zona de Valle Escondido, según revelan quienes han desarrollado emprendimientos en sus barrios, se ha mínimamente duplicado. También ha crecido notablemente la cantidad de habitantes de otro lado del Río Suquía, en zonas como Villa Warcalde, Quintas de Argüello o Villa Rivera Indarte con lo cual el tránsito desde y hacia Valle Escondido colapsa en diferentes horarios tanto la zona del Estadio Kempes, el nudo vial de la Mujer Urbana, la Recta Martinolli en toda su extensión y el camino conocido como Intercountries (unión de Molino de Torres y la Av. Los Álamos), que es la actual vía alternativa pero que demanda el pago de peaje.

Imagen digital de lo que será la ruta E64.

Una obra complementaria a la E64

Días atrás el Gobierno de Córdoba anunció que la empresa Caminos de las Sierras realizará el llamado a licitación para ejecutar la pavimentación de la Ruta Provincial E-64, entre la colectora de la Autopista Córdoba Carlos – Paz y la localidad de La Calera.

La obra consistirá en la pavimentación de 9,25 kilómetros de un tramo de ruta de tierra ya existente, conocido también como Camino La Ochoa, que se inicia en la calle colectora de la Ruta 20 Autopista Córdoba – Carlos Paz en el ejido de Malagueño, y finaliza en la zona urbana de La Calera en la intersección con la calle Miguel Vicentini, a la altura del barrio La Estanzuela.

Si se construye el puente anunciado en 2015 que conectaría Valle Escondido con La Recta Martinolli, todos los vehículos que desde esta zona se dirijan a la Ruta 20, Malagueño o Carlos Paz ya no necesitarían recorrer toda la extensión de la Recta hasta el Nudo Vial de La Mujer Urbana, ni colapsar las calles del barrio Villa Belgrano para acceder a la Circunvalación y desde allí tomar la autopista.

La zona que necesita una mejor conectividad vial.

El miedo ambiental

La realidad que impone el crecimiento urbanístico de la ciudad requiere aplicar sentido común a las decisiones de inversión en infraestructura para mejorar la calidad de vida de los habitantes, disminuir los tiempos de traslado y con ello también generar un impacto positivo en la productividad.

Respecto a la incidencia ambiental que pueda tener la obra en cuestión en la Reserva San Martín, es absolutamente necesario compararla con el efecto que hoy produce la ausencia de esta conexión vial al provocar diariamente trayectos más largos de miles de autos y mayores tiempos de funcionamiento de motores que emiten mucho más CO2 del que expulsarían si el puente estuviese construido.

Los ejemplos a seguir

La construcción de las autovías de Punilla y Calamuchita representan ejemplos de desarrollo de infraestructura que requirieron conversaciones, diálogo y análisis profesional para producir el menor impacto ambiental posible pero que hoy mejoraron notablemente la accesibilidad a los grandes centros turísticos de la provincia, pero además y fundamentalmente, previenen la pérdida de vidas en accidentes viales.

La ampliación de la Avenida Padre Luchesse constituye otro caso que va en el mismo sentido: mejora de la conectividad, reducción de tiempos de traslado y preservación de la vida.

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