La adopción de un animalito con discapacidad «es dar amor a un animal que seguramente va a tener muchas menos probabilidades de que alguien lo elija», y eso es «un acto de amor enorme, que ellos retribuyen», dijo a la agencia de noticias Télam la médica veterinaria Alicia Barreto.
«Para adoptar un animalito con discapacidad, una de las cosas más importantes que tenemos que pensar es que le estamos dando amor a uno que seguramente va a tener muchas menos probabilidades de que alguien lo elija y que es un acto de amor enorme. Eso es lo primero que se me viene a la cabeza y al corazón», dijo la profesional.
«Tenemos que tener en cuanta, primero, el tipo de discapacidad de la mascota, si la podemos adaptar al lugar donde vivimos y a nuestras actividades, porque hay distintos tipos de discapacidades: motrices, visuales, auditivas y degenerativas, por ejemplo», agregó.
«Las motrices son cuando no pueden caminar, o caminan con dificultad por algún motivo. Las visuales y las auditivas, ya sabemos, mientras que las degenerativas se refieren a cuando ya son viejitos y empiezan a tener una enfermedad que es parecida al Alzheimer, que, en el caso de los perros, se llama disfunción cognitiva», detalló.
El Día de las Mascotas Discapacitadas es importante porque «hace muchos muchos años los animales con discapacidades directamente se eliminaban, ni siquiera cabía en la mente tener un gato un perro o cualquier otro animalito que tuviera una discapacidad y que uno tuviera que ocuparse de él de algún modo específico».
«Ahora se está hablando cada vez más del tema y cada vez hay más conciencia. Por eso es importante en este día recordarlos y saber que ellos ahora, igual que todas las minorías del mundo, están teniendo su reivindicación y que tienen el mismo derecho a la vida y al disfrute que todos los seres que hay sobre la tierra», añadió Barreto a esta agencia.
A cambio de la atención que precisan estos animalitos, ellos «son muy agradecidos y llenan a sus cuidadores de amor, brindando a nuestra vida un nuevo sentido».
Barreto es fundadora y directora de la Asociación Protectora de Animales (Aprani), una organización sin fines de lucro que, en la localidad bonaerense de Moreno, cobija actualmente más de 200 mascotas mientras procura conseguirles una familia.