El instinto felino de rascar es innato, pero los dueños de gatos suelen percibirlo como un problema de conducta cuando se trata de objetos de la casa como muebles.
Un equipo internacional de investigadores ha trabajado sobre esta conducta y destacó qué factores influyen en el comportamiento de rascado no deseado en los gatos domésticos. Se han publicado sus hallazgos en la revista científica Frontiers in Veterinary Science.
«Aquí demostramos que ciertos factores, como la presencia de niños en casa, los rasgos de personalidad de los gatos y sus niveles de actividad, influyen significativamente en el grado de comportamiento de rascado», aseguró la doctora Yasemin Salgirli Demirbas, investigadora veterinaria de la Universidad de Ankara (Turquía) y primera autora del estudio.
«Nuestros hallazgos pueden ayudar a los cuidadores a gestionar y redirigir el rascado hacia materiales adecuados, lo que podría ayudar a fomentar un entorno de vida más armonioso tanto para los gatos como para sus cuidadores», destacó.
Según los investigadores, el estrés es una de las principales causas de los rasguños no deseados y puede producirse ante diversos factores, uno de ellos es por ejemplo la presencia de niños, especialmente cuando son pequeños.
Sin embargo, no se entiende del todo la relación entre el aumento de los rasguños y la presencia de niños en el hogar y se necesitan más estudios al respecto. Otro factor que también podría estar relacionado con el estrés es el deseo de jugar. Cuando los gatos juegan durante mucho tiempo, sus niveles de estrés pueden aumentar debido a la estimulación ininterrumpida.
Colocar postes rascadores en zonas por las que el gato pasa con frecuencia o cerca de su lugar de descanso preferido o el uso de feromonas, puede ser una buena opción para reducir el rascado de los gatos en los muebles.
«Ofrecer escondites seguros, lugares elevados de observación y muchas oportunidades de juego también puede ayudar a aliviar el estrés y hacer que el gato participe en actividades más constructivas», señaló Salgirli Demirbas.
La clave es establecer múltiples sesiones de juego cortas que imiten escenarios de caza exitosos. Es más probable que estas sesiones de juego mantengan el interés de los gatos y reduzcan el estrés, lo que en última instancia puede reducir el rascado excesivo de los muebles. También pueden fomentar el vínculo entre los gatos y sus cuidadores, han declarado los investigadores.