El Consejo de Planeamiento Estratégico de la Ciudad de Buenos Aires (Cope), un organismo del Gobierno porteño integrado por 200 organizaciones sociales, presentó la pasada semana en la Legislatura un proyecto de ley para garantizar “el cuidado responsable de caninos y felinos domésticos” mediante un sistema de identificación de mascotas a través de la colocación obligatoria de un microchip en los animales.
La iniciativa prevé que el procedimiento sea gradual y esté realizado “necesariamente por un veterinario, utilizando los medios más adecuados, asépticos, inocuos e indoloros para el animal”; en tanto que propone castigar con multas de hasta $ 55.000 a los cuidadores que no cumplan con el requisito previsto.
De acuerdo a datos oficiales, cerca del 40% de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires cuentan con al menos una mascota, en tanto son unos 500.000 perros y unos 295.000 gatos, aproximadamente, los animales que están bajo los cuidados de los habitantes porteños.
El proyecto que deberá debatir la Legislatura, elaborado por el Cope, impulsa “normas generales para la protección, el bienestar y el cuidado responsable de los animales de compañía, que se hallen de forma permanente o temporal en la Ciudad” y contiene también “las obligaciones que el humano responsable del animal tiene, tanto para con el animal, como para con el resto de la sociedad”.
En ese marco, establece que los cuidadores deben proporcionar al animal “atención, supervisión, control y cuidados suficientes; buenas condiciones higiénico sanitarias y la posibilidad de realizar el ejercicio lúdico necesario”, así como “debe cumplir con el Código de Faltas con respecto a la recolección y retiro de heces en aceras, paseos, jardines y espacios públicos o privados de uso común”.
También, crea el “Sistema Único de Identificación de Caninos y Felinos Domésticos” con el propósito de “vincular al dueño con su animal doméstico” y el cual contempla la colocación del microchip en el animal.
“La implementación del sistema de identificación será progresivo y obligatorio y será la autoridad de aplicación la que asigne turnos de atención para todos aquellos cuidadores de caninos y felinos domésticos residentes en la Ciudad de Buenos Aires”, precisa la iniciativa.
Por último, fija entre $ 11.000 y $ 55.000 el monto de la multa que deberán pagar quienes no cumplan con la obligatoriedad de la colocación del microchip, la cual quedará incorporada en el Código de Faltas local.
“El Estado debe regular con el objetivo claro y específico de favorecer y fomentar el cuidado responsable de mascotas”, destaca el proyecto elaborado por más de 200 organizaciones que integran el organismo consultivo del Gobierno porteño.
Las críticas al proyecto
Ante la iniciativa sin embargo surgieron críticas inmediatas desde el Sindicato de Trabajadores Caninos al considerar que la medida, aunque puede ser de «gran utilidad, no es prioritaria”, a la vez que denunció la falta de hospitales públicos veterinarios.
“En CABA hay alrededor de un millón de animales de compañía, es decir, uno de cada tres porteños tiene un perro o gato”, explicó Matías Tomsich, secretario general del Sindicato de Trabajadores Caninos, y agregó que, según sus estimaciones, para llevar a cabo la implementación de microchips para esa cantidad de mascotas «el gasto ascendería a más de mil millones de pesos”.
Si bien desde la organización reconocieron a la medida como de “gran utilidad”, cuestionaron las prioridades de la misma: “En la Ciudad no hay un hospital público veterinario y la construcción de uno ayudaría a impulsar una verdadera política animal y solucionar la falta grave que hay de vacunación y castración de perros y gatos”.
“Desde el Sindicato impulsamos un proyecto de ley para que haya caniles en todas las plazas”, detalló Tomsich y explicó que el canil es un “lugar seguro” en donde los perros pueden socializar, jugar y disfrutar en un ambiente protegido.
“Hoy muchos de los casos de perros perdidos son porque están sueltos en las plazas y por alguna situación particular se asustan y se pierden”, dijo.