BRASILIA.- En sus primeras 24 horas como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro comenzó con una batería de decreto que fueron criticadas por la oposición, pero que formaron parte de la plataforma electoral. De manera sintomática, la primera decisión rubricada por el mandatario fue la medida provisional 870/19, mediante la cual ordenó quitar de la órbita del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, a cargo de la pastora evangélica Damares Alves, toda política destinada a la garantía de derechos de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales.
En el decreto, Bolsonaro borró todas las referencias a la población LGBT en el organigrama ministerial y en las directrices de protección de los derechos humanos del gobierno federal. Entre las nuevas políticas y directrices destinadas a la promoción de los derechos humanos se incluyen explícitamente las “mujeres, niños y adolescentes, juventud, ancianos, personas con discapacidad, población negra, minorías étnicas y sociales e indígenas”.
En cambio, los integrantes del colectivo LGBT fueron excluidas. En la práctica, significa que en Brasil el tema dejó de ser parte de la agenda del gobierno federal y de las responsabilidades de los ministerios velar por el respeto a los derechos humanos de la población LGBT. Además, en el primer día en el Palacio de Planalto, el mandatario recortó el salario mínimo de los trabajadores. Según el presupuesto 2019, aprobado por la administración de Michel Temer, el haber mínimo debía ser a partir de este año de 1006 reales, unos 259,60 dólares. Sin embargo, Bolsonaro recortó la suba, aprobando un incremento de apenas 44 reales, lo que dejó el haber en 954 reales, unos 246,10 dólares.
El incremento del salario mínimo en Brasil se decide a finales de cada año con una fórmula que contempla la inflación, la tasa de crecimiento del año anterior y otras variables. En tanto, la latifundista Tereza Cristina Correa tomó posesión del Ministerio Agricultura, en una fuerte afrenta a la población indígena. La funcionaria, que coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso, tendrá a su cargo la responsabilidad de identificar, delimitar y crear nuevas reservas indígenas.
Lula llamó a “resistir”
CURITIBA.- El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso y condenado a 12 años y un mes de cárcel, señaló que 2019 será un año para “resistir y luchar”. En una carta de Año nuevo divulgada por el Partido de los Trabajadores, el mensaje de Lula señaló que “no vamos a bajar la cabeza ni dejar que nos saquen la alegría de vivir, siempre tuvimos coraje de luchar y tenemos coraje para recomenzar”, dijo el ex mandatario, condenado por el juez Sergio Moro por corrupción en la Operación Lava Jato, una sentencia que le impidió ser candidato presidencial cuando era favorito a vencer el pleito, según las encuestas.
Lula está detenido en la sede de la Policía Federal en la ciudad sureña de Curitiba desde el 7 de abril. El PT colocó como reemplazo de Lula a Fernando Haddad como candidato, que perdió ante Bolsonaro en segunda vuelta. En la víspera de Año nuevo, manifestantes reclamaron la libertad de Lula en la noche de Año Nuevo frente a su lugar de detención y acusaron a Moro, hoy ministro de Justicia de Bolsonaro, de haberlo sentenciado sin pruebas para dejarlo fuera de la disputa electoral.