BRASILIA.- En la primera reunión del Consejo de Gobierno, Jair Bolsonaro volvió a dejar en claro lo que había anunciado en campaña, tanto en materia política y económica y en lo ideológico. Por un lado, anticipó un programa de privatización de puertos, líneas férreas y aeropuertos con el fin de atraer inversiones por 7.000 millones de reales, uno 1.842 millones de dólares.
Imitando a Donald Trump, Bolsonaro anticipó las medidas vía Twitter, donde especificó que de esta manera “rápidamente atraeremos inversiones”. “Con la confianza del inversor bajo condiciones favorables para la población. Rescataremos el desarrollo inicial de la infraestructura de Brasil”, agregó el ex capitán de la reserva del Ejército, que profundizará algunas concesiones iniciadas durante el gobierno de Michel Temer. Junto a los 22 ministros del gabinete y el vicepresidente, el general de reserva Hamilton Mourao. El miércoles, el ministro de Economía, Paulo Guedes, señaló que las “rápidas” privatizaciones y concesiones como uno de los “pilares” del programa económico de recorte netamente liberal que pretende implantar.
Por otro lado, el ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, anticipó que se revisará toda la estructura de la administración pública y destituirá a aquellos funcionarios que defiendan ideas “comunistas”. “La sociedad dijo basta a las ideas socialistas y comunistas que en los últimos 30 años nos llevaron al caos actual”, dijo Lorenzoni, quien anunció además la destitución de unos 300 funcionarios con contratos temporales en su cartera. “No tiene sentido tener un Gobierno como el que tenemos ahora, con personas que defiendan otras ideas u otra forma de organización de la sociedad”, indicó. El funcionario indicó también que “criterios” para decidir la situación de los funcionarios también serán “técnicos”. “Como dice el capitán, estamos para servirle a la sociedad y no a las ideologías”, afirmó Lorenzoni.