LONDRES. – La primera ministra Theresa May se comprometió a presentar el próximo lunes una nueva hoja de ruta para el Brexit, que será votada el próximo 29 de enero en el Parlamento británico, cuerpo legislativo que el martes le propinó una derrota histórica al rechazar el acuerdo firmado con la Unión Europea (UE) en noviembre pasado, tras dos años de largas negociaciones.
Contrarreloj, con apenas cuatro días calendario para idear un nuevo pacto, la jefa del Ejecutivo británico inició el miércoles a la noche una ronda frenética de contactos con los líderes de otros partidos en busca de un consenso que le permita salir del entuerto. Sin embargo, el principal líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se negó ayer a reunirse con ella hasta que descarte explícitamente la temida posibilidad de un Brexit sin acuerdo, que se anticipa tendría catastróficas consecuencias para todas las partes.
“Señora primera ministra, renuncie (a la salida sin acuerdo) y negocie seriamente la manera de contemplar el futuro”, le reclamó Corbyn en un discurso ante sus militantes en la ciudad de Hastings. No fue el único que expuso este reclamo: horas antes, la diputada del Partido Verde, Caroline Lucas, había revelado a la prensa que “le he rogado una y otra vez que excluya la posibilidad de un Brexit sin acuerdo porque creo que es algo que anula por completo el valor de estas conversaciones, ya que todos sabemos que allí está el precipicio”. Es más, luego de reunirse con May, Lucas lamentó que las negociaciones “lleguen demasiado tarde” y acusó que “no hay ninguna señal de que la primera ministra quiera encontrar un compromiso”.
La propia May salió a responder que un compromiso que excluya un Brexit sin acuerdo es una “condición imposible” ante la situación de las negociaciones, a la vez que pidió a la oposición trabajar con “espíritu constructivo”. “No será una tarea fácil pero los diputados saben que tienen el deber de actuar por el interés nacional, de llegar a un consenso”, dijo frente al Downing Street, su residencia oficial. Ocurre que la posibilidad de una salida abrupta del bloque el próximo 29 de marzo es la principal arma de presión que tiene May hacia la UE, aunque lo cierto es que cada uno sigue aferrado a sus propias estrategias mientras el tiempo avanza, indiferente a sus disputas.
La UE pone condiciones para una prórroga
BRUSELAS.- El entuerto parlamentario en el que se metió el Gobierno de Theresa May reduce drásticamente las posibilidades de una salida ordenada de la Unión Europea (UE) a medida que pasan las horas. Si el próximo 29 de enero la Cámara de los Comunes no aprueba el “plan B” que la primera ministra se comprometió a presentar el próximo lunes (ver principal), los escenarios se reducirán prácticamente a dos: una prórroga del plazo para la aplicación del Brexit (programado para el 29 de marzo) o a una salida dura del Reino Unido sin acuerdo alguno. Ante este panorama, luego de una reunión de crisis de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, la UE endureció ayer las condiciones para conceder esa virtual prórroga para la aplicación del Brexit: anunció que exigirá un acuerdo entre el Gobierno conservador y la oposición laborista que garantice la consumación de una salida en condiciones pactadas con el bloque.