Nuevos incidentes en Francia

Nuevos incidentes en Francia

El movimiento de los “chalecos amarillos” volvió el sábado a las calles de Francia con una consigna especial: denunciar la violencia policial en las manifestaciones ciudadanas.

Sin embargo, ese escenario se volvió a repetir en París, donde la represión policial recurrió al uso de gases lacrimógenos, Lanzadores de Bolas de Defensas (LBD) y bombas de estruendo. “El tema de hoy es la violencia policial, porque es insoportable. Nos prohíben manifestarnos y nos disparan sin ninguna razón. Hay una gran represión. Hay muchos heridos. Nacimos como un movimiento pacifista y no se entiende esa violencia”, decía M. Leduc, de 36 años, a la prensa apostada en París para cubrir la manifestación.

Dos meses y medio después de que comenzaran las protestas contra la política social y fiscal del gobierno de Emmanuel Macron, el movimiento de los chalecos se convocó para denunciar la agresividad de las fuerzas policiales.

Los miles de manifestantes reunidos en París buscaban homenajear también a los heridos en las marchas anteriores: así, se pudo ver en primera fila a personas que perdieron un ojo u que caminaban con una pierna enyesada.

Sin embargo, la violencia se volvió a repetir en la Plaza de la República, donde una vez más hubo incidentes entre los chalecos y la policía parisina, con algunos choques de alta intensidad que terminaron incluso con pequeños focos de incendio en las calles o destrozos en negocios y el mobiliario público.

Según el Ministerio del Interior, en toda Francia hubo 58.600 manifestantes (menos que los 69.000 del sábado anterior), mientras que en la capital se registraron unas 14.000 personas, con un saldo de al menos 30 detenidos. A pesar de las denuncias del movimiento, el Consejo de Estado francés dictaminó el día anterior la legalidad del uso de las armas LBD (balas de goma).   

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