ROMA.- El Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E) llegaron finalmente ayer a un acuerdo para mantener a Giuseppe Conte como primer ministro de Italia, en un proceso de negociaciones caóticas, dominadas por la desconfianza y acusaciones mutuas. El presidente de la República, Sergio Mattarella, recibirá mañana en la segunda y última jornada de consultas a los partidos más grandes, que le propondrán a Conte para ser el nuevo primer ministro del país europeo, según adelantó ayer la prensa italiana. “No hay vetos contra él”, ratificó a su vez el portavoz del PD en la Cámara de los Diputados, Graziano Delrio, después de que el M5E anunciara un ultimátum al partido de centroizquierda. “Volveremos a encontrarnos con el PD cuando den el visto bueno al encargo (para formar Gobierno) a Conte.
No habrá ninguna otra reunión hasta que hayan aclarado oficialmente su posición sobre Giuseppe Conte”, había señalado horas antes el M5E, bloqueando las negociaciones a la condición inflexible de que asuma el hombre que renunció a principios de agosto al mismo cargo, a causa de su enfrentamiento con el ministro del Interior, Matteo Salvini. El líder de la ultraderechista La Lila, que desató la ruptura del Gobierno entre su partido y el M5E al presentar una moción de censura contra Conte, no consiguió nunca el respaldo suficiente para llegar a una mayoría en el Parlamento que le otorgue la jefatura del Ejecutivo italiano.
Es más, dos de cada tres italianos confesaron en los últimos sondeos que respaldan a Conte. Acorralado por su propia ambición, Salvini exhibe el poco poder que le queda, con fecha de vencimiento: ayer prohibió la entrada en aguas italianas de un barco alemán apoyado por la ONG Mission Lifeline que el lunes rescató a unos 110 migrantes frente a las costas de Libia.