LA PAZ. -Bolivia inició ayer su tercera semana de protestas y bloqueos de calles en un clima de absoluta incertidumbre tras el ultimátum lanzado por el Comité Cívico de Santa Cruz para conseguir la renuncia del presidente Evo Morales.
Tras una relativa distensión en las protestas el fin de semana, los bloqueos de calles arreciaron ayer en La Paz al calor de la convocatoria opositora lanzada por Luis Fernando Camacho, presidente de aquél Comité Cívico, quien le dio hasta las 19 horas de ayer para que Morales renuncie al Ejecutivo y llamó a las Fuerzas Armadas a “estar del lado del pueblo” (ver HDC de la víspera); mientras la región oriental de Santa Cruz, la más rica de Bolivia y bastión opositor, se mantenía en paro total por las demandas.
El nerviosismo político empezó temprano cuando la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) comunicó que un helicóptero que trasladaba al Presidente desde Colquiri hacia la ciudad de Oruro sufrió una falla mecánica y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. El mandatario salió ileso del incidente.
“La FAB, de acuerdo con las normas, procederá para activar la Junta Investigadora de Accidentes. Mayores detalles referentes al hecho se darán de acuerdo con los avances de la investigación”, señala el comunicado de la institución, que señala que el percance se debió a problemas registrados en el rotor de cola durante el despegue.
Al atardecer, miles de manifestantes se habían reunido a los pies del Cristo Redentor de Santa Cruz en respuesta a la convocatoria impulsada por Camacho, quien llamó a realizar un “Cabildo de la Unidad”, con respaldo de Comités Cívicos de todo el país y representantes del Consejo Nacional de la Democracia (Conade). “Vamos a sacarlo (a Morales) con un pueblo movilizado en las calles sin una sola bala”, declaró Camacho en un mitin multitudinario el domingo en la noche, en el que propuso que la jueza del Tribunal Supremo de Justicia María Cristina Díaz asuma como presidenta provisional de Bolivia.
Por su parte, el Gobierno pidió una sesión extraordinaria ante el Concejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exponer la situación que atraviesa el país en relación a las protestas contra los resultados de las elecciones generales del 20 de octubre, que dieron el triunfo en primera vuelta a Morales.
“Acudimos ante este foro para denunciar y alertar sobre los riesgos que corre la democracia boliviana, no hay argumentos que sustenten una acción sediciosa”, argumentó el Gobierno, que alertó sobre un intento de “golpe de Estado” por parte de “organizaciones cívicas que expresan su odio contra todo quien no comulga con sus medidas”.