SANTIAGO.- La falta de acuerdo entre las fuerzas políticas de Chile respecto del mecanismo a adoptar para la creación de una nueva Carta Magna amenazó ayer con prolongar un conflicto que ya lleva cuatro semanas de violencia en aumento. Si bien el diálogo avanzó en un momento, el poco margen de flexibilidad del oficialismo y las diferencias entre la oposición dieron por tierra las negociaciones.
El reclamo de la oposición quedó plasmado el martes pasado en un comunicado que se difundió tras cerrar una inédita unión entre partidos. En medio de una histórica movilización que se replicó en las principales ciudades del país, los partidos enfrentados con el presidente Sebastián Piñera reclamaron la realización de un plebiscito y la conformación de una Asamblea Constituyente, ambas iniciativas tendientes a elaborar una nueva Carta Magna.
En un principio, el Gobierno chileno se negó. Pero la gravedad de las manifestaciones acorraló a Piñera, quien debió ceder y proponer, entre otras cosas, la creación de un Congreso Constituyente (diferente a una Asamblea). La propuesta no fue recibida con buenos ojos desde la oposición.
Sin embargo, los sectores menos intransigentes se presentaron ayer con una postura más flexible ante las autoridades del oficialismo, en el marco de una nueva ronda de negociación. En este contexto se propuso la conformación de una Convención Constituyente, una postura intermedia entre la Asamblea y el Congreso propuesto por el gobierno chileno.
El problema fue la representatividad de la Convención. Para la oposición, el mecanismo debía estar compuesto en un 80% por delegados electos (sociedad civil) y en un 20% por parlamentarios. En Chile Vamos, el espacio liderado por Piñera, plantearon una fórmula compuesta en un 40% por ciudadanos, en otro 40% por parlamentarios y en el restante 20% por expertos.
De cualquier manera, ese no fue el mayor obstáculo del encuentro. Las negociaciones quedaron truncas porque el oficialismo se negó a la realización del plebiscito exigido por la oposición con la intención de incluir a la ciudadanía en la decisión del mecanismo para cambiar la Carta Magna. Sin avance en las negociaciones, Chile se enfrenta hoy a una nueva jornada de conflictos, violencia y represión.
Fuerte mensaje de un deportista
Mientras era premiado con el segundo lugar en una competencia de jiu jitsu, en Buenos Aires, el chileno Rogers Rogerio mostró una bandera de su país con la frase “nos matan, violan y torturan igual que en dictadura”. Al ser consultado por las palabras elegidas, el deportista señaló que “es necesario denunciar la represión inhumana a la que se han visto expuestas las personas sólo por exigir dignidad”. “Mi motivación fue dar una lucha a la altura de la pelea que está dando la gente en las calles de Chile”, sentenció.
La conflictividad social rodea el diálogo
SANTIAGO.- La conflictividad social y la represión rodearon ayer las negociaciones entre el oficialismo y la oposición. Según el último balance del gobierno chileno, difundido ayer, los muertos ascendían a 22. “Las policías informaron del fallecimiento de una persona, cuyo cadáver fue encontrado calcinado al interior de un supermercado Líder, el que fue incendiado y saqueado en la ciudad de Arica (en la frontera con Perú) ”, informó el Gobierno. En paralelo, los enfrentamientos entre manifestantes y los Carabineros de Chile continuaban ayer en medio de las acusaciones por supuestos secuestros de menores. Es que circuló un video en el que un menor denunciaba la supuesta desaparición de su hermano y otros menores de edad. Sin embargo, desde Carabineros dieron otra versión. “Carabineros condujo a los menores a la Comisaría de Villa Alemana por desórdenes y denunció vulneración de sus derechos ante el Juzgado de Familia. Llamamos a los padres, como responsables, a proteger a los niños(as) y no exponerlos a este tipo de situaciones”, publicó en sus redes.