WASHINGTON.- La furia popular por el asesinato de George Floyd llegó el domingo a las ciudades más emblemáticas de Estados Unidos: Nueva York y Washington. La Gran Manzana vivió un día de caos el domingo cuando miles de personas protagonizaron violentos cruces con la policía en plena Manhattan, que derivaron en desmanes y enfrentamientos por la noche pese a la militarización de la ciudad.
Hubo saqueos y destrozos de tiendas emblemáticas de moda o electrónica en la Quinta Avenida, además de disturbios en los suburbios y Brooklyn. La situación llegó a tal punto que el alcalde Bill de Blasio impuso ayer el toque de queda. El estallido fue aún peor en Washington, donde la bronca ciudadana llegó el domingo a la propia Casa Blanca, pese a que la policía redobló la represión para blindar la seguridad de Donald Trump, lanzando gases lacrimógenos y disparando balas de goma contra la gente. La cólera ciudadana llegó a incendiar el sótano de la Iglesia Episcopal St. John’s.