WASHINGTON.- Convertido en símbolo mundial de la lucha contra el racismo, el ciudadano afroestadounidense George Floyd fue despedido definitivamente ayer por gran parte de Estados Unidos en un funeral realizado en Houston por su familia. Su absurda muerte en manos de la policía blanca de Minneapolis hace dos semanas cambió radicalmente el destino de su país, que ahora se debate ante una ola de protestas que abre un horizonte de cambios políticos de alcances imprevisibles.
Más de 6.000 hombres y mujeres de todas las edades habían presentado sus respetos a Floyd el lunes, cuando se instaló la capilla ardiente en la ciudad texana donde pasó la mayor parte de su vida. Ayer, la última ceremonia pública de despedida estuvo restringida a unas 500 personas en la iglesia de Fountain Praise, donde pasaron políticos, activistas por los derechos civiles, deportistas y actores para homenajear a este símbolo de los derechos civiles.
La familia de Floyd, que decidió vestir de blanco para la ceremonia, entró a la iglesia con mascarillas y escoltada por el reverendo Al Sharpton, activista por los derechos civiles que estuvo a cargo del principal discurso, en el que convocó a una marcha en Washington para el 28 de agosto, en un nuevo aniversario de la gran movilización de los ‘60 en la que Martin Luther King pronunció su famoso discurso donde proclamó: Yo tengo un sueño”.
Para pesar del presidente Donald Trump, la ceremonia fue mucho más que un tributo a su vida pues se convirtió en un evento político de trascendencia nacional e internacional. Transmitida en vivo por todas las cadenas de televisión y los portales de los principales diarios del país, la familia de Floyd volvió a demandar justicia con críticas a Trump y hasta el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, envió un mensaje grabado que fue proyectado en video, en donde afirmó que llegó el momento de la justicia racial”. Ningún niño debería plantear las preguntas que tantos niños negros han tenido que preguntarse por generaciones: ‘¿Por qué, por qué se fue papá?’”, aseguró.
Va a ser recordado. Todos van a recordarlo alrededor del mundo. Él va a cambiar al mundo”, lo enalteció su hermano, Philonise Floyd. Pocos dudan que sus palabras tienen un alto grado de racionalidad.