WASHINGTON.- Urgido por recuperar protagonismo y encarrilar su campaña para la reelección, el presidente Donald Trump inició la Convención del Partido Republicano que ayer mismo lo ungió como candidato con fuego de alto calibre: acusó a los demócratas de pretender robarse” la elección presidencial de noviembre y le advirtió al país que si gana su rival, Joe Biden, el sueño Americano estará muerto”.
Trump irrumpió sin previo aviso en la cumbre republicana que inició en Charlotte, en vez de esperar a su discurso central, programado para el jueves, como estaba previsto. En un discurso improvisado, el mandatario volvió a tender sospechas sobre los comicios de noviembre como ya hiciera desde que se certificó su caída en las encuestas de intención de voto tras su desastrosa gestión de la pandemia del coronavirus y la crisis económica del país.
Tenemos que ganar. Es la elección más importante en la historia de nuestro país”, dijo Trump apenas inició su discurso, donde argumentó que nuestro país está contando con eso. Es la más importante. Nuestro país puede ir en una dirección horrible, horrible, o en una dirección aún más genial, y antes de que la plaga llegara desde China, hacía ahí es adónde íbamos”. A continuación, el mandatario atacó nuevamente el voto por correo y acusó a los demócratas de montar una estafa” por querer facilitar y ampliar el sufragio con ese sistema, para permitir que los ciudadanos voten sin riesgo de contagiarse. Sin medias tintas, Trump dijo que los demócratas estaban usando la pandemia como una excusa para robarse la elección presidencial”.
Lo cierto es que Trump se encuentra ampliamente superado en las encuestas nacionales por Biden desde hace semanas e incluso se le da por derrotado en varios estados clave, por lo que necesita urgentemente una remontada para aspirar a una victoria sorpresa, como ocurrió en 2016. Con ese norte, su estrategia apunta a posicionar las elecciones como una decisión entre su visión de futuro contra el fantasma del comunismo que supuestamente representaría Biden, para evitar un referéndum sobre su gestión en la Casa Blanca.
Biden exigió justicia para un nuevo caso de violencia policial
WASHINGTON.- La Convención Republicana comenzó en un pésimo contexto para el presidente Donald Trump no sólo por la pandemia y la crisis económica subsiguiente, sino también por la ola de protestas antirracistas desatada por el asesinato de George Floyd, que ayer volvieron a encenderse en el mismo estado de Wisconsin luego de que un policía disparara varias veces el domingo a un hombre negro por la espalda, a poca distancia.
La ciudad de Kenosha vivió una jornada de multitudinarias protestas callejeras que volvieron a terminar en violentos incidentes, con enfrentamientos con la policía, saqueos e incendios de edificios públicos. La furia ciudadana se volvió a encender por un video que muestra cómo la policía dispara a sangre fría por la espalda a Jacob Blake, frente a sus tres hijos, mientras el hombre se dirigía a subir a su camioneta. El ciudadano afroamericano de 29 años se encuentra en grave estado.
El candidato presidencial demócrata Joe Biden salió a exigir por ello una investigación inmediata, completa y transparente”, a la vez que aseveró que los oficiales deben rendir cuentas”. Las autoridades locales declararon el estado de emergencia en Wisconsin e impusieron un toque de queda que augura lo peor.