Acusan a Bolsonaro de retrasar la compra de vacunas contra el Covid-19

La comisión que investiga su gestión de la pandemia está lista para presentar la causa

Acusan a Bolsonaro de retrasar la compra de vacunas contra el Covid-19

La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Congreso que estudia la gestión de la pandemia de Jair Bolsonaro avanza cada vez más en la construcción de pruebas sobre su negligencia, que habría llegado a retrasar la compra de vacunas contra el coronavirus para lograr la llamada inmunidad de rebaño”.

El propio presidente de la CPI, el senador Omar Aziz, aseveró que ya hay pruebas suficientes de que el Gobierno de Brasil actúo deliberadamente”, a través de un gabinete paralelo”, para retrasar la compra de vacunas, apostándolo todo a la inmunidad de rebaño”. Ya tenemos suficientes evidencias de que Brasil no quiso comprar vacunas”, afirmó Aziz, quien consideró que no hay nada más que probar”, por lo que la CPI está en condiciones de dar parte a la Fiscalía para que inicie los trámites para procesar a los funcionarios responsables del Gobierno.

Después de un mes recabando información y escuchando los testimonios de algunas de las figuras más importantes del Gobierno y de otras instituciones sanitarias del país, Aziz consideró que es imposible desligar a Bolsonaro de sus responsabilidades en el caos sanitario que vive Brasil. El senador aseguró que las órdenes lanzadas por Bolsonaro durante la pandemia fueron fruto de un gabinete paralelo” al Ministerio de Salud: incluso el ex titular de la cartera Luiz Henrique Mandetta aseguró que Bolsonaro contaba con asesoramiento externo”. Se reunió mucho más con el ‘gabinete paralelo’ que con el ministro de Salud”, dijo al periódico Estadao”.

Aziz consideró que el comportamiento de Bolsonaro resulta atípico” para un líder mundial, ni siquiera en una ‘republiqueta’, que no tiene absolutamente nada, el líder va sin mascarilla y sigue diciendo ese tipo de cosas”. El senador llegó a poner en duda las declaraciones del ex ministro de Salud Eduardo Pazuello ante la CPI, al negar que se viera con Bolsonaro una vez a la semana para abordar la crisis sanitaria, tal como él afirmó, pero sí se reunió a diario con ese ‘gabinete paralelo’”, remató. Como dato, Bolsonaro acaba de reincorporar a Pazuello a su Gobierno, abriendo un nuevo frente de tormenta con el Ejército.

Ya la pasada semana, el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, denunció ante la CPI que el Gobierno de Bolsonaro ignoró hasta tres propuestas para adquirir vacunas y lamentó que la reticencia del mandatario con una de las inyecciones desarrolladas en China evitó que Brasil fuera el primer país del mundo en iniciar la vacunación”.

Fuertes críticas a la decisión de recibir la Copa América

La sorpresiva decisión de Conmebol de mudar a Brasil la Copa América generó un aluvión de críticas de la oposición y la prensa al presidente Jair Bolsonaro, que ayer salió a ratificar su respaldo al campeonato pese a la resistencia de por lo menos tres gobernadores.

Desde el principio he dicho sobre la pandemia: lamento las muertes, pero tenemos que vivir”, argumentó ayer Bolsonaro ante la ola de críticas, en momentos en que los sanitaristas alertan de que el país podría estar a las puertas de una tercera ola de Covid-19.

Con más de 462.000 muertes, ser sede de la Copa América es (hacer) un campeonato de la muerte. Las ofertas de vacunas se llenaron de moho en cajones, pero para el torneo (el gobierno) fue ágil”, dijo el senador Renan Calheiros.

Premio a Pazuello y nuevo frente de crisis con el Ejército

En un nuevo desafío a la jefatura del Ejército, el presidente Jair Bolsonaro nombró como secretario de Estudios Estratégicos para trabajar a su lado al general en actividad y ex ministro de Salud Eduardo Pazuello, quien será sancionado en las próximas horas por haber violado la Ley Militar al participar hace dos semanas de actos proselitistas con la militancia ultraderechista. Ministro de Salud durante 10 meses en una desastrosa gestión de la pandemia, Pazuello está en el centro de los cuestionamientos por haber apostado a remedios sin comprobación como tratamiento preventivo del coronavirus (algo que no existe) y por no dar respuesta a la falta de oxígeno en Amazonas en enero pasado, lo que provocó cientos de muertes. 

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