La histórica cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su par ruso, Vladimir Putin, dejó ayer un balance positivo gracias al inminente regreso de los respectivos embajadores a Washington y Moscú, como el resultado más destacado del encuentro en la ciudad suiza de Ginebra, que también incluyó algunas advertencias, quejas y reproches cruzados entre ambos mandatarios.
La primera cumbre para Biden con la otra gran potencia del mundo – la quinta para Putin, que ya estuvo mano a mano con otros cuatro mandatarios de EEUU- cerró con el anuncio central de una pronta normalización de las relaciones diplomáticas, a partir del regreso de los embajadores. El mandatario ruso aseveró que la reunión fue constructiva”, mientras que Biden calificó a la conversación de positiva”, según los adjetivos que eligieron en las respectivas conferencias de prensa que dieron por separado, todo un gesto que relativiza el optimismo y rompe además con las reglas de la diplomacia.
Los mandatarios se reunieron en total durante casi cuatro horas, primero en un encuentro más pequeño acompañados de sus cancilleres y luego en otro más grande al que se sumaron otros funcionarios, de 65 minutos. La extensión del encuentro permitió que se tramitaran algunas rispidices: No fue un momento de paz y amor, en el que nos abrazamos, pero a ninguno de los dos le interesa una nueva Guerra Fría”, informó Biden, quien aclaró que le reclamó a Putin por la situación del opositor Alexey Navalny.
El ruso rechazó las acusaciones de Biden por el envenenamiento y encarcelamiento del líder disidente, a la vez que aseguró que él sabía que iba a ser detenido en Rusia y que buscó deliberadamente ser arrestado”. La preocupación de la parte estadounidense sobre una militarización del océano Ártico no tiene ningún fundamento”, agregó Putin sobre otro tema álgido.
El dato positivo, sin embargo, es el retorno de los embajadores de cada país a sus respectivas embajadas, lo que marca el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre las dos naciones, que habían quedado cortadas en medio de una fuerte crisis a inicios de la gestión del mandatario demócrata.