Mientras las repercusiones por la ola de protestas ciudadanas en Cuba se extienden por el mundo, en la isla el gobierno comunista de Miguel Díaz-Canel intenta mostrarse unido, culpando a las presiones de Estados Unidos por el estallido social.
Con la presencia del ex mandatario Raúl Castro, el Comité Central del Partido Comunista (PCC) adjudicó las protestas a provocaciones orquestadas por elementos contrarrevolucionarios, organizadas y financiadas desde Estados Unidos con propósitos desestabilizadores”, mientras grupos opositores denunciaron que suman unos 130 los detenidos, entre ellos notorios dirigentes.
¿Cómo puede afirmar el secretario (Antony) Blinken que no tienen relación con los disturbios? El recrudecimiento de la política de cerco económico en plena pandemia, unido a operaciones de carácter injerencista y desinformación del Gobierno de Estados Unidos son la principal amenaza a la integridad del pueblo cubano”, aseveró el canciller Bruno Rodríguez.
Sin embargo, del lado de la disidencia cubana denunciaron que desde el domingo, cuando se iniciaron las manifestaciones, unas 130 personas fueron reportadas como detenidas, entre ellas algunos reconocidos opositores como Guillermo Fariñas, el ex preso político Daniel Ferrer y el artista Luis Manuel Otero Alcántara.
Por su parte, los obispos cubanos pidieron al Gobierno ejercitar la escucha” y no recurrir a la violencia”. La violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar; por eso invitamos a todos a no incentivar la situación de crisis, sino con serenidad de espíritu y buena voluntad, ejercitar la escucha, la comprensión y la actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y respete al otro para juntos buscar caminos de una justa y adecuada solución”, subrayaron los religiosos en un comunicado conjunto.
Por su parte, el Gobierno de Joe Biden instó a las autoridades a levantar las restricciones de Internet impuestas tras las protestas antigubernamentales y renovó su llamado por la liberación de los manifestantes detenidos.