El magma del volcán Cumbre Vieja continúa su lento descenso en el archipiélago español de Canarias, que entró en erupción el domingo por la tarde. La columna de lava se está llevando por delante todo a su paso, destruyendo todo lo que se le interponga hacia la costa de la isla de La Palma. Las autoridades españolas ya denotaron la preocupación por la posible emisión de gases tóxicos.
En este contexto, el presidente de la región canaria, Ángel Víctor Torres, advirtió que la lava «camina inexorablemente hacia el mar», y lamentó «la impotencia ante el avance de esa colada que ya se llevó por delante viviendas en esta zona dedicada a la agricultura, y que continuará con otras viviendas en su camino hacia el mar».
El impresionante magma, de una manera muy lenta, va arrasando con árboles, carreteras y viviendas que encuentran a su paso, según muestran las imágenes que publican autoridades y vecinos. Encontrándose a unos 2 kilómetros del mar, la lava avanza alrededor de 200 metros por hora. Las autoridades no indican, sin embargo, cuándo llegarán al mar.
La erupción es la primera que se registra en esta isla desde 1971, provocó daños y forzó a 5.500 vecinos a dejar sus casas. En previsión, el gobierno regional de Canarias decretó un «radio de exclusión de 2 millas náuticas» alrededor de donde se espera que desemboquen las coladas de lava.
Por ahora, la erupción del Cumbre Vieja lleva destruidas 166 construcciones y la lava cubre 103 hectáreas de La Palma, según el sistema europeo de observación espacial Copernicus, que publicó en Twitter una imagen satelital de la isla con las zonas afectadas, reportó la agencia AFP.
En tanto, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) señaló en su sitio web que el encuentro del magma ardiente con el mar inicialmente previsto para el lunes por la noche, pero atrasado por el menor ritmo del descenso” puede generar explosiones, olas de agua hirviendo o incluso nubes tóxicas.
«Las nubes creadas por la interacción entre el agua marina y la lava son ácidas», explicó Patrick Allard, director de investigación del instituto francés de Geofísica del Globo, en París. «Pueden ser peligrosas si uno está demasiado cerca», alertó.
El único peligro no es la lava, si no que este fenómeno volcánico expulsa columnas de humo que alcanzan centenares de metros de altura y entre 8.000 y 10.500 toneladas de dióxido de azufre por día, indicó el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). Pese a ello, el espacio aéreo de la isla sigue abierto y se espera que los 48 vuelos programados para este martes operen con normalidad.
El Cumbre Vieja estaba bajo fuerte vigilancia desde hacía una semana debido a una intensa actividad sísmica y, según Involcan, la erupción podría durar «varias semanas o algunos meses».