Pocas horas después del sorpresivo ataque del movimiento Hamas contra Israel, el presidente palestino, Mahmud Abbas, mantuvo una reunión de emergencia con funcionarios de seguridad de su gabinete. Allí, Abbas “enfatizó el derecho del pueblo palestino a la autodefensa contra el terrorismo de los colonos y las tropas israelíes”, indicó la agencia de noticias palestina Wafa.
Más tarde, en un comunicado, aseguró que el pueblo palestino es víctima de una agresión de Israel y ordenó el envío inmediato de los recursos disponibles que puedan aliviar el sufrimiento de la población de la Franja de Gaza. “Nuestro pueblo es víctima de una agresión, de ataques y asesinatos de las fuerzas de ocupación israelíes”, expresó.
Al mismo tiempo, ordenó enviar ayuda a los 2,3 millones de palestinos de Gaza para “darles todo lo que se pueda para aliviar su sufrimiento”. Y resaltó que “Gaza no está sola ante esta agresión” y mencionó al “resto de los territorios palestinos ocupados”. También denunció la decisión israelí de cortar todos los suministros básicos para Gaza, “incluido el agua, la electricidad y los alimentos”.
Por último, pidió la “intervención inmediata” de la comunidad internacional para obligar a la “potencia ocupante” a “cumplir con sus responsabilidades y obligaciones legales para con el pueblo ocupado”.