El Kremlin calificó ayer de “infundadas” las acusaciones de que el presidente Vladimir Putin “mató” a Alexey Navalny, quien falleció la semana pasada en prisión, en respuesta a acusaciones de la viuda del líder opositor, Yulia Navalnaya.
“Evidentemente se trata de acusaciones de trazo grueso y totalmente infundadas contra el jefe del Estado ruso, pero dado que Yulia Navalnaya quedó viuda hace unos días, no haré comentarios”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En tanto, el opositor ruso Ilia Yashin, condenado a ocho años y medio de cárcel por denunciar la ofensiva de su país contra Ucrania, anunció que seguirá luchando contra la “tiranía” de Putin, convencido de que el presidente ruso “ordenó” el crimen de Alexey Navalny.
”Mientras mi corazón lata en mi pecho, lucharé contra la tiranía. Mientras viva, no temeré al mal. Y mientras respire, estaré junto a mi pueblo”, dijo Yashin.