El triunfo de Delfina Gómez en las elecciones celebradas el domingo por la gobernación del Estado de México, el más poblado del país y por 94 años bastión electoral del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), consolida el liderazgo de Morena, el partido liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y proyecta el ajedrez electoral que se vendrá en la nación norteamericana.
“Vamos a hacer una nueva historia en el Estado de México”, dijo Gómez, del Movimiento de Renovación Nacional (Morena), poco después de que el Instituto Nacional Electoral (INE) empezó a publicar resultados oficiales que su contrincante, Alejandra Del Moral, reconoció en breve en conferencia de prensa.
Los últimos cómputos oficiales atribuyen a Gómez un 52.64% de las preferencias y a Del Moral un 44.36%. Esta última compitió por una alianza conservadora que, además del PRI, estaba formada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Acción Nacional (PRD).
López Obrador, por su parte, felicitó ayer a los ganadores: “No hubo problemas mayores, la gente participó y no hubo protestas poselectorales aunque todavía pueden presentarse denuncias. En los dos casos, los segundos lugares salieron a reconocer a quien tuvo más votos”, declaró.