Arévalo asumió y se prepara para adoptar «medidas difíciles»

La demora en la instalación de la nueva composición del Congreso y la elección de sus autoridades retrasó más de ocho horas la agenda protocolar y generó dudas sobre la jura, zanjadas en parte por la fuerte presión internacional y de la Corte de Constitucionalidad

Arévalo asumió y se prepara para adoptar "medidas difíciles"

Arévalo luego de haber asumido.

El flamante presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, que recién pudo jurar el cargo en la madrugada del domingo por las diferencias en la instalación del nuevo Congreso, atravesó la primera jornada de su mandato con actos protocolares y la convicción, que expuso en su discurso de asunción, de que le tocarán “años marcados por obstáculos” y que deberá adoptar “decisiones difíciles”.

“Presidente de la República de Guatemala 2024-2028”, dice la presentación de la cuenta en la red X de Arévalo, que en su último mensaje publicó una foto propia ya con la banda presidencial y un breve texto: “Con ustedes y por ustedes. Guatemala avanza”.

Pareció una suerte de descargo ante las trabas de la inédita jornada de asunción del mando, en la que pudo jurar después de muchas horas de demora respecto de los horarios inicialmente previstos y una vez que fueron sorteadas -en buena medida por la presión internacional- las vallas que se multiplicaban hasta llegar a la asunción.

Desde el balcón del Palacio Nacional, en el centro de la capital, Arévalo pidió a los guatemaltecos acompañarlo en su gestión para rescatar las instituciones del país de la “corrupción” y lograr el desarrollo social en este empobrecido país centroamericano. “Inician hoy cuatro años de un mandato que seguramente estará marcado por una serie de obstáculos, muchos de los cuales no podemos prever en este momento”, admitió. Y agregó: “Sabemos que el cambio puede ser difícil”.

No obstante, reiteró su compromiso de “transformar”, no sólo las instituciones del Estado, sino también la “realidad cotidiana” de los guatemaltecos. “No más corrupción, no más exclusión”, sentenció el presidente, con la banda presidencial cruzada en el pecho y frente una multitud de seguidores que celebraron y bailaron al ritmo de grupos musicales.

La ceremonia de investidura, que debía ser una sucesión de pasos formales, se alargó por horas y hasta puso en duda la asunción de Arévalo, en principio por desinteligencias en el Parlamento en torno a si los diputados electos estaban en condiciones legales de asumir.

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