El histórico conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj tuvo ayer un giro impensado con el anuncio del primer ministro armenio, Nikol Pashinian, de que su país aceptaría que la región sea parte de la “integridad territorial” azerbaiyana a cambio de que se respete la seguridad de los armenios que viven en la zona.
“Armenia está preparada para reconocer los 86.600 kilómetros cuadrados de Azerbaiyán, suponiendo que Azerbaiyán esté dispuesto a reconocer la integridad territorial de los 29.800 kilómetros cuadrados de Armenia. El territorio de 86.600 kilómetros cuadrados de Azerbaiyán incluye Nagorno Karabaj”, afirmó Pashinian durante una conferencia de prensa en la capital, Ereván.
El premier recalcó que “todas las administraciones armenias anteriores ya habían reconocido la integridad de Azerbaiyán” y estableció como condición indispensable que ese país ponga fin de inmediato al “genocidio” de la población armenia.
El anuncio generó quejas de dirigentes de la oposición armenia y una declaración de rechazo del parlamento de Artsaj (Nagorno Karabaj), que advierte que la decisión “causó indignación e ira” en la región. Ereván y Bakú tienen agendadas nuevas negociaciones mañana en Moscú, con la participación directa del presidente ruso, Vladimir Putin.