Bill Gates, director ejecutivo de Microsoft, salió ayer al cruce de Elon Musk, flamante funcionario de Donald Trump en el gobierno de Estados Unidos, por sus dichos en apoyo a partidos de extrema derecha tanto en Alemania como en Gran Bretaña.
“Si alguien es superinteligente, y él lo es, debería pensar en cómo puede ayudar. Pero esto es una agitación populista”, dijo el filántropo norteamericano.
Musk participó en los últimos días de mítines de partidos como el AfD, de Alemania, y a través de una videollamada les expresó su apoyo y sostuvo que “está bien estar orgulloso de ser alemán”.
“Es realmente una locura que pueda desestabilizar la situación política de los países”, dijo Gates. “Creo que en Estados Unidos a los extranjeros no se les permite dar dinero; otros países tal vez deberían adoptar salvaguardas para asegurarse de que los extranjeros súper ricos no distorsionen sus elecciones”, afirmó.