El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro fue hospitalizado ayer en Estados Unidos por una obstrucción intestinal parcial, según su médico, pero él mismo anunció esta noche que había sido dado de alta.
«Ayer nuevo dolor y alta hospitalaria en Orlando, Estados Unidos; agradecidos por las oraciones y mensajes de pronta recuperación», escribió Bolsonaro en Twitter, junto a una foto en la que se lo ve en la cama de un hospital.
«Después de ser apuñalado en (el municipio de) Juiz de Fora (durante la campaña electoral de 2018), me sometí a cinco cirugías; desde la última, he tenido dos veces más dolencias que me han llevado a otros procedimientos médicos», agregó.
«El cuadro médico que presenta es de suboclusión intestinal, y probablemente no debería ser necesaria la cirugía», explicó al caer la tarde su cirujano, Antonio Luiz Macedo, según la agencia de noticias ANSA.
El diagnóstico del ex mandatario llegó algunas horas después de que primero medios de Estados Unidos y después su esposa dieran cuenta de que había sido ingresado a un centro de salud.
Michelle Bolsonaro publicó en la red Instagram que el expresidente estaba «en observación en el hospital» debido a «secuelas de la cuchillada» que sufrió en 2018 y que lo llevaron a pasar por posteriores intervenciones.
La información se conoció un día después de que miles de sus simpatizantes invadieran las sedes de los tres poderes en Brasilia.
El dirigente fue sometido en varias oportunidades a intervenciones quirúrgicas como consecuencia de la puñalada que le dio un fanático en 2018, cuando estaba en campaña para ganar la presidencia de Brasil.
La última internación por este tema fue en noviembre del año pasado.
Bolsonaro fue internado esta mañana en AdventHealth Celebration, un hospital con 220 camas en las afueras de Orlando, en Florida, según el diario brasileño O Globo.
El exmandatario está en Estados Unidos desde el último 31 de diciembre, un día antes de la asunción de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien debía entregarle la banda presidencial al asumir en el primer día del presente año.
Macedo explicó que “el tratamiento clínico debería resolver” esta nueva dolencia de Bolsonaro, «como cuando estuvo hospitalizado en San Pablo”. “No es una situación grave», agregó.
Los médicos generalmente definen la suboclusión como una obstrucción intestinal temporal y parcial que causa síntomas abdominales agudos, principalmente después de comidas copiosas con alimentos pesados y poca hidratación.
La hospitalización de Bolsonaro se produjo un día después de que actos terroristas arrasaran los edificios del Planalto, el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) y el Congreso, lo que lo forzó a tomar distancia de sus seguidores.
«Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia; sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla», escribió ayer el mandatario en su cuenta de Twitter.