El presidente de Chile, Gabriel Boric, pidió ayer a la oposición “salir de las trincheras” y aprobar el nuevo proyecto de pacto fiscal, que reemplaza a la reforma tributaria que no logró apoyo y que servirá para llevar adelante el programa de Gobierno con principal enfoque en el ámbito social, crecimiento económico e inversión.
El pasado 8 de marzo, la Cámara de Diputados de Chile rechazó la propuesta legislativa de reforma tributaria que presentó el Ejecutivo con el fin de poder financiar su programa de Gobierno. En concreto, la iniciativa obtuvo 73 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones, cifras que significaron el rechazo al no alcanzar la sumatoria necesaria que exige el reglamento.
Este golpe al Gobierno llevó a que rápidamente se iniciaran las conversaciones con distintos sectores económicos y políticos para llegar a un nuevo acuerdo de pacto fiscal, visto por el Ejecutivo como indispensable para lograr algunas de las promesas de campaña como es la reforma de pensiones a los adultos mayores. “Hoy quiero informar al país de los frutos de este amplio diálogo y que sienta las bases del itinerario para un pacto fiscal para el desarrollo y bienestar”, dijo Boric en cadena nacional.
La nueva propuesta de pacto fiscal incluye iniciativas para aumentar el crecimiento, modernizar el Estado, fortalecer la fiscalización tributaria e incrementar “los impuestos pagados por sectores de mayores ingresos para poder financiar de esta manera los gastos sociales urgentes, que no pueden ser absorbidos con los recursos que actualmente tenemos disponibles”, explicó el mandatario.
De esta forma, el nuevo pacto fiscal presentado por el Gobierno se estructuró bajo seis lineamientos enfocados en modernizar el sistema tributario chileno, organizar las prioridades de gasto del Estado, los servicios que ofrece, el monitoreo y evaluación de los compromisos del Estado, el crecimiento de la economía y un “esfuerzo tributario”.
“Estos seis puntos son la síntesis de innumerables conversaciones, con quienes quisieron conversar, son la disposición genuina de mi Gobierno para dialogar y encontrar puntos en común entre todos quienes forman parte de nuestro país”, dijo Boric, quien cerró su discurso con un llamado a la oposición chilena de “salir de las trincheras” y de las “peleas de la política chica” en beneficio de “construir un Chile más justo para todos y todas”.
En el proceso participaron la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), gremios representantes de empresas de menor tamaño, la Central de Trabajadores (CUT) y organizaciones solidarias y de la sociedad civil. También intervinieron partidos oficialistas y otros como Evópoli, Democracia Cristiana (DC), Demócratas y el Partido de la Gente (PDG).