La presencia de buques del Ejército de Estados Unidos (EE.UU.) en aguas taiwanesas aumentó la tensión en la delicada relación que mantienen China y Taiwán.
El domingo, dos buques de guerra navegaron en el estrecho de Taiwán, que separa las costas chinas y taiwanesas por 180 kilómetros. Se trata de la primera incursión de este tipo desde que China realizó ejercicios militares sin precedentes alrededor de la isla tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a principios de agosto a la isla.
Beijing advirtió al gobierno taiwanés, que lidera la presidenta Tsai Ing-wen, que la visita de Pelosi no sería bien recibida. El encuentro sucedió y China lo calificó como una “provocación”.
El viernes pasado, la presidenta Ing-wen volvió a recibir a una autoridad estadounidense. Tras la presencia de los buques el domingo, cuyo tránsito consideró el Ejército Popular de Liberación de China como “exagerado”, el mar se colmó con soldados chinos.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que 23 aviones y ocho buques del Ejército Rojo habrían navegado en sus aguas. “Las fuerzas armadas estadounidenses vuelan, navegan y operan en cualquier sitio que permita el derecho internacional”, afirmaron desde la Armada de EE.UU al tiempo que describieron a la maniobra como una demostración de su “compromiso con una región Indo-Pacífico libre y abierta”.
EE.UU apoya el derecho de Taiwán a decidir su futuro. Por su parte, Beijing considera a la isla, a donde huyeron los nacionalistas chinos tras su derrota en una guerra civil ante los comunistas en 1949, una provincia que debe ser reunificada, incluso por la fuerza si es necesario. El presidente chino, Xi Jinping, suspendió la comunicación oficial con Taiwán hace seis años, tras la elección de la actual mandataria taiwanesa quien defiende la independencia.