El plebiscito sobre la nueva Constitución en Chile se celebrará este domingo 4 de septiembre. La votación decidirá si se aprueba el nuevo texto constitucional, redactado durante el último año por una Convención de 154 miembros elegidos por el pueblo, o si se rechaza y se mantiene la actual Constitución, aprobada en 1980 durante la dictadura cívico-militar de Pinochet.
La balanza esta puesta sobre la Constitución que busca establecer un Estado de bienestar, que se gestó a partir del estallido social que mantuvo en vilo al país entre octubre de 2019 y diciembre de 2021, o la rechazan y dejan en vigencia la heredada de la era Pinochet. Las encuestas muestran un repunte de Apruebo, aunque el Rechazo sigue liderando las preferencias.
La última encuesta Cadem, reveló que hay ocho puntos de diferencia entre las opciones. El Rechazo sigue arriba, pero cae cinco puntos para instalarse en el 47%, mientras que el Apruebo sube dos puntos y llega a 39%.
A pesar de estos números, el 71% cree que si se impone el Rechazo se debe proponer un nuevo Plebiscito, para tener una nueva Constitución.
Otro estudio de medición, Encuesta Criteria, publicó este miércoles que la opción del Apruebo acortó diferencia con el Rechazo, ya que en el mes de julio pasó de 31 a 36%, mientras el Rechazo disminuyó de 48 a 45%, en tanto, los ciudadanos que se consideran indecisos son el 19%, 3 puntos menos que en junio.
Estos porcentajes se estima que sigan evolucionando, sobre todo después de que el presidente de Chile, Gabriel Boric, llamó a “los bloques oficialistas (Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad) a llegar a acuerdos sobre reformas a la propuesta de Constitución antes del 4 de septiembre”.
Según Rodrigo Espinoza, coordinador académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, explicó que hay al menos dos factores clave para el repunte que ha tenido la opción Apruebo en los sondeos de las últimas semanas.
Lo que está en juego es la posibilidad de cambiar las reglas neoliberales que han convertido a Chile en el “jaguar de América Latina” por sus tasas de crecimiento económico y, al mismo tiempo, en el país con los mayores niveles de desigualdad de la región.
El pueblo chileno estalló contra el modelo político y económico que ha consolidado durante décadas. Se da en un marco donde la educación, el sistema de salud y de pensiones han sido entregados al sector privado, los bienes naturales están en manos de empresas, e incluso el agua se reparte según derechos de uso privados, a pesar de que la sequía en Chile es una emergencia climática desde hace más de una década.
La nueva Constitución que se somete a votación este domingo define a Chile como un “Estado social y democrático de derecho”, plurinacional, intercultural, ecológico, y ha suscitado un gran interés internacional.
La nueva Carta Magna se redactó a través de un proceso participativo y plural, que asegura la centralidad de los derechos de las mujeres, afirma la plurinacionalidad y reconoce a los pueblos originarios
“La situación nos permite sostener que la opción del rechazo se ha instalado artificialmente como ganadora”, explica Pedro Santander, director del grupo de investigación Demoscopía Electrónica del Espacio Público (DEEP), de la Universidad Católica de Valparaíso, que está analizando el comportamiento de las redes sociales en relación al plebiscito. “
En un corto período de tiempo en Chile han habido tres eventos electorales donde ha ganado todo lo que representa la opción del apruebo”, aclara, refiriéndose en primer lugar al referéndum de octubre 2020, donde se decidió si se iniciaba o no el proceso constituyente y donde ganó el “sí” con casi el 80% de las preferencias.
A las trompadas
Una pelea a golpes entre un diputado de ultraderecha y otro de centroizquierda, en pleno Congreso, aumentó hoy la tensión que vive Chile a cinco días del plebiscito del domingo, en el que los ciudadanos deben aprobar o rechazar el proyecto de nueva Constitución, informó la prensa internacional.
Gonzalo de la Carrera, independiente de extrema derecha, le dio un puñetazo en el ojo derecho al vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alexis Sepúlveda, del Partido Radical, de centroizquierda.
El incidente se produjo en medio de fuertes discusiones dentro de la sede del Congreso, en Valparaíso. «Vi a una colega que estaba siendo agredida (verbalmente por De la Carrera), encontré que eso no correspondía y le pedí a este diputado que no fuera tan agresivo, a lo cual reaccionó de manera violenta», relató Sepúlveda.
El vicepresidente de la cámara baja detalló a los periodistas que recibió «un golpe de puño y algunas patadas». «Me agarró a pechazos, yo me defendí», dijo a su vez De la Carrera, quien de todos modos admitió que agredió a Sepúlveda.
Antes del incidente con Sepúlveda, De la Carrera había protagonizado un altercado verbal con la ministra del Interior, Izkia Siches, dentro del recinto de sesiones.
De la Carrera, reconocido opositor al proyecto de nueva Constitución, recibió por la agresión el repudio de sus colegas, fue denunciado ante la Comisión de Ética de Diputados y expulsado de la bancada del Partido Republicano, fuerza a la que había dejado de pertenecer orgánicamente el año pasado.
El incidente en el Congreso se produjo luego de que este fin de semana se registraran enfrentamientos con piedras y látigos entre partidarios y detractores de la nueva Constitución, en el centro de Santiago.