El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, advirtió hoy que la humanidad tiene dos caminos posibles frente al cambio climático: «Cooperar o morir».
Las declaraciones de Guterres se dieron en el marco de la realización en Egipto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 27 frente a muchos líderes del mundo.
«La humanidad tiene una elección: cooperar o morir. O un pacto por la solidaridad climática, o un pacto por el suicidio colectivo», remarcó.
Ante esto, exigió a todos los gobiernos que implementen impuestos sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de energías fósiles para enfrentar los inconvenientes que se producen a raíz de la suba de precios de los alimentos y la energía y los daños que sufren los países afectados por la problemática ambiental.
«Pido a todos los gobiernos que tasen los beneficios extraordinarios de las compañías de combustibles fósiles.
Reorientemos el dinero para la gente que sufre con el alza de los precios de la energía y los alimentos y para los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática», planteó.
También se refirió a las indemnizaciones hacia los países en desarrollo que se ven afectados por el cambio climático y que son apenas responsables de las emisiones contaminantes.
En ese sentido, aseguró que, tras esa reunión, se debía establecer «un mapa preciso y con cronograma claro que refleje la escala de la urgencia del desafío».
«Este plan debe incluir arreglos institucionales efectivos para su financiación», indicó.
Por otro lado, Guterres pidió un «pacto de solidaridad climática» entre las economías desarrolladas y emergentes con el objetivo de que «hagan el esfuerzo extra para reducir las emisiones esta década en línea con el objetivo de 1,5 grados desde la Revolución Industrial».
A su vez, remarcó que el mismo tiene que dar lugar a que los países ricos e instituciones internacionales «brinden asistencia financiera y técnica para ayudar a las economías emergentes a acelerar su propia transición hacia las energías renovables» para «poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles».
Y le dio vital importancia a «eliminar gradualmente el carbón en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) para 2030 y en todos los demás para 2040».