Más de 7.000 vuelos fueron cancelados en todo el mundo por las compañías aéreas durante el fin de semana largo de Navidad debido a la rápida progresión de la variante Ómicrom del coronavirus, que está afectando sobre todo a las tripulaciones de los aviones.
Según el informe publicado por Flightaware, una empresa localizadora de vuelos, ayer se sumaron cerca de 2.000 cancelaciones más, de los cuales más de 570 fueron viajes relacionados con Estados Unidos, ya sean internacionales o internos. Además, los retrasos se acercaron a 11.000.
Las cancelaciones y retrasos se deben a que diversas empresas debieron poner en cuarentena a pilotos, asistentes de vuelo y otros miembros del personal que se vieron expuestos al Covid. Desde la aerolínea estadounidense, United Airlines, explicaron que “el pico de casos de Ómicrom en todo el país esta semana ha tenido un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestras operaciones”.
Todas estas cancelaciones constituyen un golpe a la tan ansiada reanudación de los viajes en las vacaciones de fin de año, después de una Navidad de 2020 duramente marcada por la pandemia. A los problemas de las empresas se le suman las restricciones de los países: República Checa fue el primer país de Europa en anunciar que para ingresar a su territorio se deberá acreditar tener colocada la tercera dosis de refuerzo contra el Covid.
Deciden cancelar las fiestas de fin de año
La nueva ola de contagios de coronavirus y la aparición de Ómicrom, provocó que las principales ciudades del mundo deban cancelar o reducir los festejos de Año Nuevo.
París, Atenas, Berlín, Roma, Venecia, Londres y Nueva Delhi anunciaron la cancelación total de las típicas celebraciones públicas. Mientras que otras, como Nueva York y Madrid, decidieron continuar con las festejos pero reduciendo el aforo.
En Europa, la situación sanitaria producto de esta última ola provocó que una de las prioridades sea evitar las grandes aglomeraciones de todo tipo para frenar los altos niveles de contagios. En ese sendero, los trabajadores de la salud francesa le pidieran a su Gobierno que postergue el regreso de las clases.