La Armada israelí completó la toma de control de la Flotilla Global Sumud (GSF, siglas en inglés) que buscaba llegar a Gaza, informó este jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en un comunicado.
Todos los barcos con ayuda humanitaria fueron detenidos en el mar Mediterráneo, excepto uno que “permanece a cierta distancia” de Gaza, indicó, y agregó que ninguno de los barcos consiguió entrar en una zona de combate activo ni rompió el bloqueo naval “legal” de Israel.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí advirtió que se tomarán más medidas contra el último barco si éste se aproxima.
Todos los pasajeros se encuentran en buen estado de salud, “llegando a salvo a Israel, desde donde serán deportados a Europa”, añadió.
URGENTE: Israel publica el momento del secuestro de la activista Greta Thunberg en aguas internacionales. pic.twitter.com/DWrxgvExKx
— Palestina Hoy (@Palestinahoy01) October 1, 2025
La GSF, integrada por alrededor de 50 barcos con más de 500 voluntarios de más de 40 países, tenía la intención de desafiar el bloqueo naval Israel y entregar alimentos y ayuda médica a los palestinos, que padecen una crisis humanitaria sin precedentes.
El miércoles, Israel confirmó que había detenido varios barcos de la GSF en el mar Mediterráneo a primera hora del día y que estaba trasladando a los pasajeros hacia un puerto israelí, una medida que generó una inmediata condena mundial.
El Gobierno de Colombia a través de un comunicado rechazó la retención de dos ciudadanas colombianas que participaban de la Flotilla Global Sumud.
«El Gobierno de Colombia exige la liberación inmediata de sus ciudadanas, así como la liberación de todos los demás integrantes de la Flotilla», aseveró.
De forma similar, el Gobierno de Uruguay manifestó a través de un comunicado «su seria preocupación» por el accionar de Israel. Además, tres ciudadanos uruguayos fueron retenidos luego del procedimiento de interceptación.
“Ante esta situación, el Gobierno uruguayo insta al Gobierno israelí a que se respete la integridad física y la seguridad de los integrantes de esta iniciativa y reitera el llamado a que se respete el derecho internacional humanitario”, concluye la nota oficial.
Brasil, por su parte, condenó la intercepción militar. 15 brasileños viajaban en la misión, entre ellos la diputada Luizianne Lins. “Pasa a ser responsabilidad de Israel la seguridad de las personas detenidas”, afirmó el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Diferentes países europeos también rechazaron el accionar israelí contra la Flotilla e instaron a que garanticen la seguridad de sus ciudadanos a bordo de los barcos de ayuda humanitaria con destino a Gaza.
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, se comprometió a proporcionar “todo el apoyo consular” a través de su embajada en Tel Aviv para garantizar sus derechos y su regreso seguro.
En tanto, el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, expresó su condena “de la manera más enérgica”, ya que también había ciudadanos italianos a bordo.
Al igual que varias capitales europeas y de Latinoamérica, los países de Medio Oriente reaccionaron con firmeza, denunciando que la intervención israelí constituyó una grave vulneración de la legalidad internacional y de los derechos humanos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores turco señaló este jueves que la acción israelí fue “un acto de terrorismo que viola gravemente el derecho internacional y pone en peligro la vida de civiles inocentes”.
Mientras tanto, las fiscalías generales de Estambul y Ankara anunciaron una investigación sobre la detención por parte de Israel de 24 ciudadanos turcos que estaban a bordo de la GSF, con acusaciones que incluyen “privación de la libertad”, “secuestro o captura de vehículos de transporte”, “saqueo agravado”, “daño a la propiedad” y “tortura”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores jordano también condenó la acción israelí en un comunicado emitido este jueves, en el que la califica como una flagrante violación del derecho internacional, una amenaza contra la libertad de navegación y una amenaza contra vidas civiles.
A su vez, Indicó que sigue de cerca la situación de los ciudadanos jordanos a bordo de la GSF, manteniendo contacto directo con algunos de ellos y tomando todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad, proteger sus derechos y asegurar su regreso a Jordania.
Las reacciones internacionales reflejan el alcance de la polémica generada por la intercepción a la flotilla humanitaria. La coincidencia en las denuncias por violación del derecho internacional y en la exigencia de proteger a los civiles evidencia la creciente presión diplomática sobre Israel. En este contexto, la atención mundial sigue puesta en la seguridad de los activistas y periodistas que participaban en la misión, y en el desenlace de una crisis que vuelve a poner en el centro del debate la situación en Gaza.