El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron ayer en Caracas, Venezuela, un cuarto ciclo de sus negociaciones de paz en busca de conseguir “alivio humanitario” a las zonas más afectadas, tras la entrada en vigor de un cese del fuego por 180 días.
Las delegaciones estarán reunidas hasta el 4 de septiembre en la capital venezolana, donde iniciaron las negociaciones en noviembre de 2022 en el marco de los planes del presidente Gustavo Petro de alcanzar una “paz total” con todos los grupos armados de Colombia.
“Hay que mirar cómo en concreto se lleva alivio a las ciudades y regiones que hoy están sufriendo más el conflicto”, dijo en Venezuela el comandante Pablo Beltrán, líder de la delegación del ELN en la mesa de diálogo. “El objetivo principal es que los instrumentos que ha creado la mesa, que es la participación y el cese del fuego, de verdad les lleven un alivio humanitario a las poblaciones y ciudades que más sufren”, añadió.
En el ciclo previo, celebrado en La Habana, Cuba, las partes acordaron en junio un cese del fuego bilateral -con verificación de la ONU- por seis meses que comenzó a regir el pasado 3 de agosto y se extenderá hasta el 29 de enero. El día que entró en vigor la tregua, Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, sostuvo un inédito encuentro en Bogotá con los jefes negociadores del ELN.