El gobierno de Francia ordenó ayer la disolución de grupos musulmanes radicales y de extrema derecha, cuatro días antes de la primera ronda de elecciones legislativas de alto riesgo que podrían ver un aumento en el apoyo a los extremos políticos.
Las elecciones nacionales anticipadas convocadas por el presidente Emmanuel Macron han sumido al país en una carrera electoral apresurada y desordenada. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, anunció el miércoles que el gobierno ordenó la disolución de múltiples grupos de extrema derecha e “islamistas radicales”.
Los grupos afectados incluyen el GUD, un grupo conocido por la violencia y el antisemitismo cuyos miembros han brindado apoyo a la líder política de extrema derecha Marine Le Pen en el pasado. El partido Agrupación Nacional de Le Pen lidera todas las encuestas antes de las elecciones a dos vueltas del 30 de junio y el 7 de julio, y la alianza centrista de Macron está muy rezagada.
Sin embargo, el resultado sigue siendo muy incierto debido al complejo sistema de votación en dos etapas y a las posibles alianzas políticas. En ese marco, el presidente del Rally Nacional, Jordan Bardella, renovó su propuesta de abolir la asistencia sanitaria gratuita para los extranjeros.