Tanto el gobierno peruano como la oposición se alistan para otra inminente batalla en torno a una posible destitución del presidente Pedro Castillo. El principal impulsor de la moción, Edward Málaga, aseguró que en este momento “se superan con holgura” los 87 votos (de 130) que se necesitan en el Congreso para destituir a Castillo por una “incapacidad moral permanente”, derivada de supuestos actos de corrupción.
Sin embargo, los cálculos de Málaga no son compartidos ni por sectores del oficialismo ni por varios analistas independientes. “Aunque no lo descarto (que se reúnan los votos), no creo para nada que esté asegurado el apoyo”, expresó el politólogo Martín Ueda. En tanto, según el analista Carlos Monge, la antesala de la votación estará precedida por negociaciones que no necesariamente son ilegítimas.
En ese sentido, Castillo, a través de emisarios, puede acercarse a parlamentarios para disuadirlos. Las dudas terminarán con la votación, que podría darse la próxima semana. Si Castillo fuera destituido, su reemplazo tendría que ser la vicepresidenta, Dina Boluarte, aunque contra ella también hay un proceso que podría terminar en su suspensión, por lo que a la jefatura del Estado iría el titular del Congreso, José Williams.