El Papa volvió a utilizar una palabra muy despectiva para referirse a los homosexuales, por la que ya se había disculpado el mes pasado.
Los medios de comunicación italianos habían atribuido al Papa el uso de la palabra «frociaggine», un término vulgar italiano que se traduce aproximadamente como «mariconería», el 20 de mayo durante una reunión a puerta cerrada con obispos italianos.
Francisco repitió el término este martes, cuando se reunió con sacerdotes romanos, diciendo que «hay un aire de mariconería en el Vaticano», y que era mejor que a los jóvenes con tendencia homosexual no se les permitiera entrar en el seminario.
A la pregunta por el reporte, la oficina de prensa del Vaticano hizo referencia a un comunicado que había emitido en relación con la reunión del martes con los sacerdotes, en el que el Papa reiteraba la necesidad de acoger a los homosexuales en la Iglesia y la necesidad de cautela respecto a que se conviertan en seminaristas.
Tras la primera noticia del uso de la palabra, el diario Corriere della Sera citó a obispos anónimos que estaban en la sala para sugerir que el Papa, como argentino, podría no haberse dado cuenta de que el término italiano que utilizó era ofensivo.
A Francisco, de 87 años, se le atribuyen importantes acercamientos a la comunidad LGBT durante sus 11 años de papado. Algunos observadores del Vaticano aseguran que sus recientes pasos en falso socavan su autoridad y plantean dudas sobre sus convicciones y el camino de reforma que tiene en mente para la Iglesia.